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domingo

You said I'm the love of your life... about a million times



Hablaste mal de mí a mis espaldas, hablando de anillos y de cunas, desearía poder olvidar cómo casi tuvimos todo. Hay Fantasmas bailando en la terraza ¿Están avergonzados porque no puedo levantarme de la cama? Porque algo falso está muerto, era legendario... fue momentáneo. Era innecesario, debí haberlo dejado enterrado. 

Oh, un rugido valiente... el cobarde decía que era un león. 

Estoy desentrañando las mentiras:  "Nunca me iré"; "no te preocupes"'

Nuestro campo de sueños consumido por las llamas, tu chispa, tus ojos oscuros, todavía lo veré hasta que muera: You're the loss of my life

miércoles

Your song

 El otro día pensaba en el valor que tienen las canciones y como a veces nos acompañan en los momentos más cruciales de nuestra vida. O los más dramáticos. Pensé en si era la única que tenía una canción que la ha visto partirse en dos, revivir y volver a sonreír. You're loosing me. Una canción que en ese momento accidentalmente se filtró. Y en que momento. Llegó justo cuando más dolió. Cuando estaba lejos de casa. Sabía que todo se iba a acabar. Apenas me dirigías la palabra. Estabas siempre sonriendo a la pantalla. A mi se me partía el alma. Sabía que llegaba el final, tu frialdad cortaba como el hielo. Me fuiste perdiendo, lo mejor es que no te importó. Es más, lo hiciste con esa intención. Mi corazón retumbaba cada vez que la escuchaba. Me peleé conmigo misma, me dije que no valía la pena. Qué yo tampoco me casaría con alguien como yo. Solo pensé que lucharías. En cambio me dejaste ahí, sentada en tu cama. Literalmente te fuiste, me dejas a miles de kilometros de mi casa. Te alejaste a miles de kilómetros de mi. Y me dejaste sola, en esa casa llena de recuerdos. De fantasmas. Y mi corazón se paró. Grité, lloré. Te odié. Y me rompí en dos.

Tranquilos, que de amor nadie se muere.

 Volví a leer. Quizás eso era lo que me hacía falta, para recordarme que aún existen esas emociones. Que se pueden narrar en primer persona tus sentimientos. Y lo más importante: qué siguen existiendo. No hay nada de malo en sentir las cosas un poquito de más, para ser honestos, hace mucho que no sentía con tanta intensidad los colores. Nunca he sido fan de los colores alegres en la ropa y de alguna manera, me he visto dirigida a empezar a vestir ese color rosa que tanto odiaba. El amarillo, el color de la amistad y la alegría ¿De verdad? El rojo, pasional como el amor que nunca sentí. Hace tiempo que no quiero hablar de amor. Será porque pasaste por mi vida como un huracán, arrasando con todo aquello en lo que alguna vez creí. Aunque a la vez me sentí afortunada, aliviada. Comprendí que quizás el problema no era yo. Qué quizás estamos todos un poco rotos y pagamos la frustración con quien menos se lo merece. "Los dragones no existen" leo a diario desde que conquistaste mi cocina. De alguna manera, te lo agradezco, porque es cierto: el amor, como lo conocía no existe. Aquello por lo que yo luchaba, en lo que creo, quizás no lo encuentre jamás. Aquel compromiso, las ganas de luchar, el querer intentarlo joder. Exponer las emociones y los sentimientos sobre la mesa y decir "mierda, ¿dónde me he metido?". Porque realmente, así es el amor. Incoherente. Pero a la vez, es mágico para aquel que no decidió ser un cobarde. El que sabe que existe la tristeza y la felicidad, sabe por lo que vale la pena luchar. Y eso, aunque sea caótico, es lo que te devuelve a la superficie. Por lo cual ¿Por qué dejar de creer? Si hay besos que erizan la piel, hay caricias que aunque las odies con todo tu alma, te hacen estremecer partes de tu cuerpo que desconocías. Descubres que hay risas que suenan a melodía, ironías que tienen mensajes ocultos

Que hay vida. El amor es vida. Y nos pasamos la vida cuestionándonos lo superficial, que nos olvidamos de lo que realmente importa. Ese atardecer frente al mar, las cosquillas de la arena en los pies. Lo tranquilo, lo sencillo. Despertar y compartir tus miedos y tus alegrías con alguien que mataría dragones por ti. O te haría creer de nuevo en ellos, si es que has perdido la fé.


Pero como dijo la artista más prometedora de esta época que por desgracia nos ha tocado vivir: tranquilos, que de amor nadie se muere. 


Aunque he de admitir que cuando te fuiste, algo murió en mi. También tu recuerdo. Aunque el salón esté lleno de fantasmas. Fantasmas que desconozco, pero ojalá volver a abrazar.

domingo

I'm Done

 Todo hizo un clic en mi cabeza. De un día para otro decidí que no lo quería soportar más. Las cosas habían cambiado, había sentido más que en toda mi vida. Amores de verano, de esos que saben a piel salada, donde hacía el amor entre las olas, donde el límite estaba en el último rayo de cada atardecer. Despedidas que nunca supieron a punto final pero que no me quedó mas remedio que aceptar. Personas con las que sentí un amor más fraternal, que se convirtieron en un apoyo incondicional. Pero me hicieron descubrir que es lo que no quería. Jamás he sido dependiente, jamás he necesitado de un orto ente para hacer todo aquello que me propongo. Por eso cogí las maletas, cogí la vida por los cuernos a pesar de las astas, a pesar de que sangrara y me dije a mi misma "Te mereces lo mejor".


Quizás fue porque los planetas decidieron alinearse este año, quizás me pasé de manifestar. Pero puedo decir firmemente que todo empieza a tener sentido. De las cosas que quise, todas se han cumplido, quiero entender que porque cuando abres las puertas de tu corazón, las energías llegan solas. Si es que tiene algún sentido. O que ya era hora de que el Karma me devolviese todas las que he tenido que aguantar. Me veo rodeada de amor, aceptando que el único amor que vale la pena es el de la amistad. El de aquellos que a pesar de la distancia me saludaban a lo lejos, me aplaudían y siempre se sintieron orgullosos de aquello en lo que me he convertido. Y yo me siento afortunada de poder formar parte de sus mejores, e incluso peores momentos. 

Pero cuando menos me lo esperaba, el roce de una mano me hizo sentir cosquillas. Aprendí a ser paciente y a creer en mis principios. Decidí confiar. Me sentí escuchada, comprendida. Y me di cuenta de las grietas que no había sanado. Porque era incapaz de creer que alguien estuviese interesado en cada una de las palabras que salían de mi boca. Que se pusiera nervioso al verme como la primera vez. Que los besos fueran solo de despedida porque "lo mejor es para el final". No esperaba que una persona hiciera kilómetros aunque fuese para verme un rato. Ni que el respeto estuviese por encima de los deseos. A pesar de que yo me muera por un suspiro. Y eso que nunca fui una persona de contacto físico. Pero amo las cosquillas en la mano mientras conduce, cuando parece que sus ojos están cerrados de lo mucho que sonríe, cuando ríe porque me enfado quejándome de que no me ha abrazado mientras dormía. Que insista en que "nos estamos conociendo" pero no sabe que yo le llevaba esperando una vida. Porque no lo necesito, pero saca lo mejor de mi. Me hace sentirme orgullosa de mis pasos, me apoya. Me hace creer que puedo con todo. Y cuando lo consiga, espero que esté a mi lado. Porque será mi mayor logro.

martes

The archer

 A veces me gustaría ser más plana, más superficial. Te juro, así como un cacahuete, medio vacío. Que nada me afectara. Pero no, por desgracia no es así. En esta etapa me da más por sobrepensar, quizás es por el tiempo que paso sola, quizás por todo lo que estoy descubriendo. Hay cosas que cada día tengo más claras, otras que poco a poco me hacen dudar. Lo que si veo es que da igual donde vayas: se han terminado las ganas de amar. Las personas no se enamoran, las personas se Individualizan. Ya no hay un nosotros, hay un tu y yo. Hay dos personas independientes que buscan hacer las cosas por separado con la comodidad de tener a alguien con quien volver. A mi eso no me gusta. No digo que no seamos independientes, que no nos amemos a nosotros mismos. Pero echo de menos los momentos en que las emociones estaban por encima de todo, del trabajo, de la vida. Cuando la gente recorría kilómetros por encontrarse con otra persona, cuando eran capaz de dejar un mundo entero solo por amor. El otro día vi un carrusel de fotos en Tik Tok que hablaban que hay que enfocarse en uno mismo, en comer bien, en ser el mejor porque el amor como los conocemos no existe, solo el que sentimos por nosotros mismos. Y te juro que me hizo llorar. Porque no lo quiero ver así, no quiero que sea así. Quiero un amor romántico, una persona que me inspire, que me redescubra, que me haga sentir mejor. Una persona que haga brillar mis ojos cuando se acerca, que me saque de mis casillas, que sea pasional. Una persona que no tenga miedo y esté dispuesta ha avanzar. Pero me da miedo, tengo la triste sensación de que nunca pasará. Porque soy demasiado intensa, porque voy de frente, porque no quiero perder el tiempo. Porque soy de las que siguen soñando. Soy la persona que todos admiran, que todos quieren pero nadie se queda. Soy la que nunca es elegida y se queda con el corazón roto en mil pedazos

domingo

 Nunca he sido buena en los puzzles. Porque las cosas jamás han encajado para mí. No tienen sentido. Algo que debería funcionar no debería forzarse. Como las piezas, sabes. Me dicen qué es cuestión de perspectiva. Yo creo que cuando estas lejos de casa empiezas a darte cuenta de algunas cosas. Como cuando ves a las familias, todas unidas, llenas de abrazos y amor. Mesas llenas todos los domingos en compañía. Y luego estás tú, qué estás sola. Estás sola aquí y estás sola en casa. Tienes una familia, enorme, llena de personas increíbles. Pero a día de hoy no sabes nada de ellos, son más bien unos conocidos. Están todos lejos. Y no hablo de estos dos últimos meses. Hablo de tus últimos treinta años. Perteneces a un país que no puedes llamar tuyo, te criaste en uno en el que en realidad solo tienes su nacionalidad. Vives en uno que no sabes si alguna vez te aceptara. Vayas a donde vayas, algo no encaja. La familia que elegiste esta dispersa. Cada uno tiene su historia. Cada uno tiene algo que contar. Pero son independientes. Están a una llamada, sí. Quizás no los veías tanto en Madrid. Quizás la diferencia está en la calidez de sus abrazos. Y luego estaba la tercera familia, esa que formaste en el trabajo ¿Te acuerdas cuando pensabas que nadie te iba a apreciar? Siempre te apoyaron. Ahora te falta todo, los amigos que hiciste quizá si te marchas no se dan cuenta. El amor que conociste no te hace mas que castigar. Simplemente las piezas no encajan. Algo no funciona. Lo sé, es pronto para sacar conclusiones. Pero no es cuestión del país, no es cuestión del lugar. Es que creo que jamás lo encontraré

miércoles

 Me quedo parada. Sin respiración. No soy capaz de articular las palabras. Estoy frente a un teclado y ni siquiera soy capaz de suspirar. Me esta haciendo daño. Lo sé, necesito aire. Pero no lo encuentro. Y solo quiero nadar, pero el mar esta lejos. Al menos así lo siento. Yo te odie al momento. Cuando te vi no era feliz. No me gustó tu forma de hablar, de pensar. No me gustó tu conversación banal. No me gustaste tu. No confiaba. No soy capaz de creer ni una sola de tus palabras. Ni siquiera creo que tus intenciones fueran buenas. Porque no creo en las personas que abandonan a las personas como si de perros se tratasen. A Taylor la mataron en Londres, sobrevivió y luego su novio la levantó tras los disparos. Londres se le hizo insoportable. Pero volvió, como volví yo. Porque era realmente feliz Y me arrebataste un pedazo de esa felicidad. Me hiciste vivir con fantasmas. Con dolor. No prometas aquello que no puedas cumplir, o mejor dicho, aquello que no quieras cumplir. Porque te llevas por delante todo lo que hay a tu paso. Rompes personas, mundos. Yo te presté el mío y fue como una desforestación. Simplemente te lo llevaste. Y estoy cansada. No me conoces tanto como dices. Lo diré claro: No tienes ni puta idea de lo que es estar en mi cabeza. Ni pienso explicártelo. Porque no me valen tus palabras, solo tus actos. Y tus actos nunca han sido claros. Ni lo serán. Ni siquiera teniéndome delante has sabido actuar. Te convertiste en hielo y eso es lo que mas me duele. Con tu puto muro. Odio los muros, odio los silencios, odio la falta de sensatez. Pero lo que más odio es que sigo donde me dejaste. Como si se tratara de un restaurante, sentada en la misma mesa esperando a que llegaras. Pero nunca lo hiciste. Y cuando lo hiciste, no te reconocí, eras otra persona. Por eso no puedo avanzar. Porque espero a una persona que está muerta. Que se fue con los recuerdos. Y nunca volverá. Ahora simplemente he aprendido a vivir con fantasmas. Pero no es justo, tengo 30 años y es mi mayor miedo. God rest my soul, I miss who I used to be. The tomb won't close, Stained glass windows in my mind. I regret you all the time...