
Hoy sentí como me ardía la sangre, literalmente, la notaba correr por mis venas. Sentía un ardor imposible de apagar, la necesidad de beber y refrescar la garganta. Los nervios controlaron mis actos, el inhalar humo se convirtió en un descontrol en cada uno de mis actos. Quería hacer algo, quería sentir algo.
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