Es irónico. Es irónico que te digan que eres una persona muy sentimental y lo único que te hace sentir bien es lo material. Refiriéndose a uno mismo, digo. No necesitas ese maquillaje, ni esos bolsos, ni la ropa... quizás sea su vía de escape, su única manera de sentirse bien conmigo misma. El hecho de verse bien, bonita.
Se siente tan vacía, sabia que esto ocurriría algún día. Sabia que cuando volviera tendría las palabras exactas o ni una. Mas bien la segunda opción. Está agotada, muy agotada. Es agotador hacer a todos sonreír, es agotador complacerse a si misma, es agotador odiarle. Quizás eso sea lo mas agotador de todo. Porque no quiere odiarte, pero tiene que hacerlo. Lo mas agotador, a su vez, fue admitir que tenía la culpa. Sabe que tiene que cambiar, madurar. Pero se siente tan vacía que ni siquiera tiene la fuerza necesaria para rendirse.
"Vas dos pasos por delante, de ellos, de mí. Juegas en otra liga. ¿La universidad? Esa etapa la viviste hace años sin siquiera darte cuenta. Te conozco desde hace tiempo y eres de las personas más admirables que he conocido. Eres responsable, eres humana. Eres adulta. Y eso es lo que te asusta. A su vez es lo que nos asusta a nosotros. Nunca habrá nadie a tu altura, no mientras sigas teniendo la vida que tienes. Así que ¿por qué no te largas? ¿Por qué no te vas ya? Este país se te ha quedado pequeño, esta ciudad, este continente. ¿No te das cuenta? Tu forma de vivir es alimentar tu mente, quizás no con conocimientos pero sí con sentimientos. Sientes, vives. Llegarás muy lejos. Pero no te atrevas a decir que te odias. Hay una gran diferencia, aunque parezca lo mismo entre odiarse y no estar a gusto con uno mismo. Es el mismo río pero con dos bifurcaciones. ¿Dónde estás tú?"
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