Te dije que sí porque creo en ti, en tu esencia y en el mundo que creaste alrededor de tu piel. Contesté que sí pero en el silencio tragué saliva y pensé "no lo sé, pequeña". No puedo contestarte a una duda que llevo arrastrando desde hace muchos Eneros. Me negué a darle respuesta porque sabía que sería más triste de lo que podría soportar este tonto corazón. Te diré porqué:
Porqué detrás de los "estoy bien" se me desgarra la piel, porqué cada vez que te pienso las lágrimas quieren caer por miedo a no volverte a ver. Que si me preguntan contaré nuestra historia, nunca diré la verdad, y menos las veces que esperé un "quédate".
Me voy y no será más que un vago recuerdo envuelto en felicidad. La que quisiste compartir conmigo. Y soy feliz dentro de esta incontinencia de emociones de la que me nublé. Por miedo a perder, construí barreras hechas de papel que parecen aguantar las tormentas. De noche, en el silencio. A veces creo que mi corazón late por inercia, por la dopamina que van sembrando tus semillas.
¿Crees que se querrá quedar conmigo? ¿Sinceramente?
No.