Todos queremos vivir una historia épica, de esas que te quitan el aire y parece que cualquier momento puede ser el último. Nos aferramos a las escenas de películas y series que jamás viviremos. O no. ¿Por qué conformarnos? Quizás no encontremos el amor de nuestra vida en un avión a punto de estrellarse y salgamos con vida de esa. Pero podemos hacer de cada uno de nuestros momentos algo especial. Crear nuestro sello, bordar nuestra felicidad. Hacer de nuestros recuerdos esos momentos de flashback que vuelven a nuestra mente una y otra vez cuando lo echamos de menos.
Para tener un momento épico en la vida hay que ser leal a tus sentimientos y a tu condición de libertad. Porque las cadenas no son más que algo que alberga nuestra mente cuando tiene miedo. Si me preguntaran, no tengo miedo. Porque he decidido vivir. Conmigo. Para mí.
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