Me has enamorado. De principio a fin, te he dejado cegarme al amanecer, que me acaricies al atardecer, que dejes marcas en mi piel. Me has hecho vulnerable ante tus ojos, uno más precioso que el otro y he tenido la sensación de que cuando te comía con la mirada me hiciste el amor. La melodía de tus aves me hizo volar y te juro por el Dios que no existe que pensé que iba a morir de felicidad. Te he adorado durante horas y casi lloro de haberte olvidado. No me tengas rencor, nunca te odiare, siempre estas en mi mente, siempre actúo bajo tus ordenes y nunca te dejaré de creer. Ámame porque creo que tu amor me está desarmando.
miércoles
domingo
Just saying
Considero que las relaciones nacen del amor y el respeto, a veces pasa que los conflictos se crean por malentendidos pero jamás por odio y falta de compromiso. Creo que las relaciones más bonitas son las que no se imponen unos estatutos a seguir, donde las normas son tan obvias y naturales que no hace falta los berrinches y otras historias. Que yo me siento más querida entre sus brazos que en los de un príncipe que me atiborre a regalos, prefiero las siestas de calor a su lado que tener que dormir separados. Me parece mejor admitir mi admiración y cariño hacia una persona que tener que presumir de ella.
Daisy
¿Quién recuerda la maravillosa escena de las camisas en "El Gran Gatsby"? Cuando Daisy rompe a llorar y la única excusa que encuentra es porque nunca había visto unas camisas tan bonitas. Ocultando la sensación de haber perdido cinco años en los que todo podría haber cambiado. Evitando mostrar el dolor en la comisura de sus labios.
17.03
Las tardes se volvieron algo más que siestas y ventilador,
de bragas mojadas de sudor
y tu mirada, clavada como una estaca
confundiendo mis pensamientos de poder estar enamorada.
Fueron más monótonas que tus cuatro besos,
más amargas que una tarde en la plaza de Sol.
Las hubiera cambiado por aguas de un claro azul
y las horas fotografiando los reflejos de luz.
Pero me tengo que conformar con tu sonrisa ladeada,
los domingos de poesías y armas blancas
y la eterna esperanza de que las cosas cambian.
Que eterna es la espera, como este Agosto en Julio,
como soñar con polos helados torrandote de calor.
Algún día me cansaré y alzaré el fuego,
acabaré con la tregua de paz en mi cuerpo.
Hasta entonces, que sean banderas blancas
de domingos asomándonos a la ventana
y perdiendo el norte como perdí mis alas.
Hasta que tenga algo que demostrar.
Me he vuelto adicta a muchas drogas
como viajar, beber, respirar, oler(te),
al majestuoso y amargo café,
la hierba buena que adornaba mi té,
y jamás ninguna podrá apreciarte.
Porque eres esa clase de persona que no cree en el rencor
por lo que no está preparado para luchar por amor.
No serías capaz de defender tus finales
sin de paso alguna que otra de tus amantes.
Y es que me entristece tanto que he decidido olvidarte,
quererme un poquito más antes de que tu gilipollez me mate.
y tu mirada, clavada como una estaca
confundiendo mis pensamientos de poder estar enamorada.
Fueron más monótonas que tus cuatro besos,
más amargas que una tarde en la plaza de Sol.
Las hubiera cambiado por aguas de un claro azul
y las horas fotografiando los reflejos de luz.
Pero me tengo que conformar con tu sonrisa ladeada,
los domingos de poesías y armas blancas
y la eterna esperanza de que las cosas cambian.
Que eterna es la espera, como este Agosto en Julio,
como soñar con polos helados torrandote de calor.
Algún día me cansaré y alzaré el fuego,
acabaré con la tregua de paz en mi cuerpo.
Hasta entonces, que sean banderas blancas
de domingos asomándonos a la ventana
y perdiendo el norte como perdí mis alas.
Hasta que tenga algo que demostrar.
Me he vuelto adicta a muchas drogas
como viajar, beber, respirar, oler(te),
al majestuoso y amargo café,
la hierba buena que adornaba mi té,
y jamás ninguna podrá apreciarte.
Porque eres esa clase de persona que no cree en el rencor
por lo que no está preparado para luchar por amor.
No serías capaz de defender tus finales
sin de paso alguna que otra de tus amantes.
Y es que me entristece tanto que he decidido olvidarte,
quererme un poquito más antes de que tu gilipollez me mate.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)