jueves
Pensé que finalmente me habías asesinado, pero soy una maestra en este juego. Supongo que pensaste que reescribirías la historia, pero jamás podrías reemplazarme, no puedo creer que me traicionaras. Intentaba convivir con toda esa obscecinad, me escondía tras una máscara, estaba centrada en adorar a un ser más elevado, pero ahora mi única religión es mi bienestar. Incluso estuve a punto de conseguir una falsa serenidad, en la que me convencía de que era realmente libre. Pero jamás paré de luchar hasta la extenuación, y ahora soy la prueba viviente de que puedes ganar. A veces parece que encontramos el amor en el lugar menos esperado, por fin me estoy abriendo a sentir, porque tengo que saber que es verdad. Encontramos el amor en la oscuridad, en las noches de soledad. Eres el corazón al que llamo casa. Cuando me miré en el espejo mis detractores corrigieron, los que me cegaban, pero nunca consiguieron hacerme llorar. ¿Crees que consiguieron lo mejor de mí? Tengo tras de mi mis peores miedos, pero miro al cielo azul. Intenté conquistar el arte de la controversia, me vendí por popularidad, me acerqué al infierno por la moda, pero ahora me doy cuenta de que solo necesito pasión y respeto. A sí que no me digas que no eres lo suficiente fuerte, porque soy la prueba viviente de que podemos encontrar el amor.
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