No es aquello que busco, ni mucho menos, no es su forma de ser ni sus pelos. Me baso en su positivismo, la constante sonrisa pintada en su cara, la insaciable ilusión de crear, enseñar y sentir. Saber que no pertenece a este mundo pero puede compartirlo cuando quiera, con quien quiera. Pero lo más fascinante de todo, es su pasión. Las ganas de vivir. Su forma de pensar que traspasa limites incalculables. Habla del espacio, de poesía, habla en serio pero el noventa y cinco por ciento es de risa. ¿Qué provoca en mi? Siento la necesidad de conocer su mundo, apoyarle y estar a su lado para recordarle lo orgullosa que estoy de él. Hacerle saber que confío en que algún día sea aquella persona que futuras generaciones recordarán como un genio. Como lo que es. Y sé que le gusta mi humildad, y sé que le gusta soñar. Le gustan los detalles y a mi, ser detallista. Qué el mundo puede ser fascinante si lo ves a través de las retinas de unos locos.
martes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario