lunes
Forgive me
Espero que puedas perdonarme. Porque pensé que unos zapatos incómodos eran suficientes para no hacerte correr. Pensé que cuando el celo que sujetaba las fotos no aguantara más, sería el momento. Tenía la certeza de que escribir sería tu solución. Pensé que querías evolucionar. Y a veces tengo la sensación que huías con razón, que lo que inventabas no eran excusas si no el miedo en su estado más puro el que se manifestaba. Imaginaba que te sentías mal siendo cobarde. Al parecer me equivoqué, no era más que la obra maestra de un ser que buscaba su propia protección. Frente a los horrores de la vida y el temor a los sentimientos. Aquel que temía que el tacto de una mano se volviera su mundo. Pero solo puedo pedir que me perdones, porque ya no se puede volver.
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