Últimamente escucho mucho la frase que dice abraza tu dolor. Rodeo mi cuerpo, especialmente mis piernas con un abrazo que nunca es suficiente porque me haces sentir pequeña. Me hace sentir que no se acabado, y que tampoco lo hará. Pero a veces pienso en el dolor y no pienso en el mío propio. Pienso en cómo sería de maravillosa la vida si pudiésemos darle la mano a alguien y llevarnos su dolor. Hacerlo tuyo. Es algo que siempre querido en mi trabajo, es algo que siempre querido con los que me rodean. Y tu dolor es tan fuerte que a veces me gustaría cogerlo y apagarlo simplemente haciéndote saber que estoy ahí, a tu lado, para ayudarte en el proceso, para que el peso sea menos. Pero no estoy ahí y tampoco me dejas hacerlo. No puedo cogerlo. Porque quieres hacerlo tuyo, y no entiendes que cuando uno quiere a alguien lo hacen en los buenos momentos y los malos. Para que haya momentos felices tiene que haber tristes. Y yo quería pertenecer a ellos. Quizás porque mi faceta de enfermera me lo dice, quizás porque soy cáncer y soy lo más emocional de la astrología. Quizás porque soy una persona PAS y siento demasiado. Pero me gusta ser así. Y me gustaría saber todo lo que podría haber hecho para hacerte feliz. En cambio estoy aquí gritando de dolor, sola sin nadie a quien acudir.. por qué no pretendo que lo entiendan ni quiero que lo hagan. Es mío y se quedará conmigo. Supongo que tengo que seguir, y volveré a resurgir. Pero no será lo mismo.
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