Hay tantas historias sobre el amor, la vida, la amistad y los cuentos. Pero todas ellas tienen en común lo mismo: La sencillez. Es sencillo decir que el padre o la madre del protagonista principal están muertos omitiendo el ochenta por ciento de su dolor, como si fuera algo normal. Podemos decir que es la típica chica que está muy buena o una empollona solitaria, extremistas, además, no existe el intermedio. Típica historia en la que el protagonista busca al chico más popular del instituto sin saber que alguien que la conoce mis veces mejor esta allí para ella, esperándola. Típica historia en la que… Todos son perfectos y sus defectos son perfectos igual. Así no es la vida real. En la vida real todos están demasiados concentrados en su propio interior, muriendo ahogados en sus propios miedos, llorando desconsolados porque nadie quiere escucharlos. Yo me siento con los pies del otro lado y en silencio pienso ¿Qué nos ha llevado a estos? Me estoy muriendo, pienso, estoy desesperada por apoyarme en algo que me devuelva a la vida, un sitio donde incrustar mis raíces y crecer. Cada día siento más frío y no es porque poco a poco damos un paso más al invierno, ni porque llueve, ni porque hace viento en la calle, es por las personas, cada día más distantes y más abrazadas a sus preocupaciones. Me siento sola, sin duda, no culpo a nadie porque quizás yo siga el mismo camino, tragándome mis miedos y dejando mis dudas en cada paso de mis pies, escondiendo el cariño que todos merecían ganar. Busco dos entradas en esta casa pero no tiene ninguna. Sonríe cariño, nadie merece tus lágrimas. Por cierto no lo vuelvas a hacer y menos delante de él. Es tan especial…. No pienso permitir que se aparte de mi lado.
And here, Honey, Is your Humanity
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