sábado
Radicalmente los actos y las situaciones hacen que una persona deje de ser lo que era. Empiezan a surgir sensaciones que jamás habrían imaginado en sus vidas. Nadie quiere sentirse solo pero la soledad es algo que nos acecha aún sin estar allí. A veces dudo de si eso nos hace más personas o más humanos. Igualmente, no es una solución evadirse mediante sustancias que proporcionen a tu cuerpo un desequilibrio. Es triste perder la capacidad de hablar y únicamente poder hablar de tonterías o ser la más ridícula del local solo para llamar la atención. Lo es pero quizás así nadie eche en falta tu sonrisa aunque haya miles de cosas detrás que estés ocultando. Siempre supe que las palabras podían hacer daño pero no imagine que se almacenarían después de tantos meses y menos que causaran el mismo efecto. Dudo de si esa persona quiso causar ese dolor y si acaso se imagina lo que ha provocado. Puedo ser ridícula, puedo emborracharme y evitar hablar, puedo ser el circo en persona o la víctima del local. Pero claramente, no se puede evitar la realidad y menos si incubas un sentimiento en tu interior. Tú y tu ridícula obsesión con el amor, me replican a veces. Yo y mi ridícula obsesión por el amor porque creo que el ser humano está dotado de buenos abrazos y cariños. Entonces ¿Para que desperdiciarlo? El amor abarca muchas fases y nadie se equivoca al echarme eso en cara pero, la amistad es el amor más grande. Y creo que lo he encontrado.
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