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Casi derramo el whisky mientras me bañaba. Me desperté de un recuerdo y quizás eso sea lo malo. Pueden a llegar ser incluso peores que las pesadillas siendo más dolorosos. Pero estamos hablando de buenos recuedos... Recuerdos que quedaron grabados con sonrísas que metamorfosearon en lágrimas. Me desperté como si hubieses llegado en persona a clavar una estaca en mi corazón, tomando un profundo respiro, inhalando cualquier cosa que no fuera aire, confusa acerca de mi situación. Una mezcla de recuerdos explosivos en los que se intercalan rostros, está él, está el otro, esta un cógeme de la mano y nuestros rostros encontrándose a oscuras bajo la cama segudidos de un lo siento pronunciado por mis labios. Encontré el quiero abrazarte y el esta vez pago yo. Estaba el creo que te estoy cogiendo cariño y el te gusto. Tan contradictorio, tan doloroso sabiendo que provienen de la mente de dos personas diferentes y que ninguno te guardo en cualquiera de estos corazones.