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Ahora dirás que se me ha hecho tarde, que fuimos demasiado cobardes. Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente, mientras tú llegues siempre tarde y yo siempre esté esperándote. Siempre te tuve allí presente aunque tu no lo supieras. Quise estar tumbada contigo todas las noches a ver que me contabas. Trate de entenderte lo mejor que puede, intente ser perfecta a mi manera sin cometer errores. He tratado de ser justa con quien me tiende miradas, he invertido en la balanza del desprecio y del dolor, han puesto precio a los enigmas que te contaba tras las barras para defender al sol. Todos los caminos llevan a roma, pero pasan por tu casa, todos los colores suenan a broma, pero no me da la gana de ser la que pierde la cabeza, de dormir en portales de madera, de hacer caso al deseo imposible de tener mi cuerpo en tu cielo y los pies en la tierra. Me quedaré sentada, siempre acompañada de un cigarro observando la obra de "como tu cuerpo y mente se consumen".