Sé que puede sonar ridículo pero no quiero perder a ninguno de los dos. Pero poseer a ambos sería egoísta. Yo no tengo la culpa de que cada uno aporte una cosa que sean tan iguales pero a la vez tan distinto. ¿Qué que trato de conseguir? Me preguntas. No lo sé. Simplemente, he vivido tanto tiempo a la sombra de personas que me hacían creer que me tenían un mínimo cariño que pensé que el podría aniquilar todos aquellos fantasmas. Tengo la sensación de que a su lado podría ser feliz, no me sobrarían sonrisas ni me faltarían días. Pero en cambio, el otro... Se ha metido bajo mi piel, da igual lo que haga, da igual lo que diga, siempre va a estar allí. No puedo sacarle de allí. Es patético pero a veces tengo la sensación de que a mi lado todo está tranquilo, que en cierto modo cambio un poco su pasividad. Él me cambia también, me sorprende, incluso me hace plantearme mi vida, mis creencias. En cambio, el otro, su amor puede ser puro, con las mejores intenciones y quizás con él a su lado nada me haga daño. Pero es que a su vez, aquel puede ser lo mejor, o lo peor para mí
Nunca olvides que siempre serás mía...
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