jueves
Mi madre solía regañarme cuando le hablaba del Karma, aunque ahora, esta mujer creyente, creo que simplemente se limita a responderme "yo no creo en él". Pero podemos ponernos religiosos también, si quieres, en vez de decir "el karma está de mi lado" puedo decir "me han enviado un ángel de la guarda". En cambio, mi amiga Marta, me comparó con que todas mis buenas acciones y aquellas personas que jamás me tuvieron valorada han sido remplazadas. Por él, que llegó de la nada aún sin yo quererlo, que me negué a sentir algo y ahora no puedo estar un día sin verlo. Me pueden llamar loca, temeraria, inconsciente, me pueden decir que me arrepentiré de no pisar el freno pero es que por mucho que lo intente, lo que fluye por estas venas es mucho más fuerte. Y si me gusta no voy a pararlo, si tengo una oportunidad para que despreciarla y si tengo alguien que vela por mí... ¿por qué huir? Siempre obsesionada con que tiene que existir un héroe para mí, alguien que soporte esta montaña rusa de cordura y locura, que entienda mis miradas y no juzgue mis palabras. Quise a alguien que me cogiera la mano y me hiciese sonreír. Bastaba solo eso. Pero dentro de lo que cabe, eso es superficialidad, encuentras lo que quieres, quizás pero lo que no estaba en tus planes es que poco a poco te fueses enamorando de cada lindo detalle, como esa manera que tiene de nunca enfadarse, el don de saber escucharte, como estremece mis huesos cuando acaricia mi rostro para darme un beso, su sonrisa, su estúpida sonrisa que me hace enloquecer una y otra vez... Qué alguien me explique qué es lo que esta bien porque creo que no lo puedo ver. Cuando estoy con él me consumo, me consume el hecho de saber de él 24h al día y aún así no parecer suficiente, amo nuestro enigmático contacto visual, me gusta que me coja de la mano mientras conduce, me hace sentirme especial, me recuerda que estoy a su lado. Y si vivo con algún miedo, es por perderle pero aún así tengo la certeza de que eso no va a pasar. Llámenme loca, estamos a 14 días de nuestro primer encuentro y si tengo que elegir mi vida con alguien, qué sea con él. Por suerte el mundo no se entremete y cuando quiera hacerlo, nos habrá sobrado el tiempo para construir una trinchera repleta de piedras. Si algo tengo claro es que jamás había sentido algo tan fuerte, jamás había caído, nunca imaginé que podría haber cedido. Pero es que el cariño no se compra y él me enseñó la diferencia entre que te llamen princesa, a que te traten como cual. Y si algo va mal... juro que me entran ganas de llorar. I love him. ¿Cómo se ha convertido en alguien tan especial?
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