Supongo que como el wifi no está conectado hasta mañana esto no estará publicado. Hoy debería enmarcar este recuerdo, el momento en el que decidí por una vez en mi vida poner un poco de valor a la hora de hablar de sentimientos. Es fácil estar con una persona, dedicarle tres sonrisas y hacerla feliz. Bueno, fácil, algunos lo complican. No es que lo complique, vengo con un par de detalles que vienen mal de fabrica. Detalles de impiden hablar, que a veces me hacen montar grandes dramas de algo pequeño. O no. Quizás sea tal como describía a mi amiga Marta: no es que dramatices, es que quizás cuando sientes sientes demasiado. Cuando es real no puedes huir de ello, pongo en práctica este hecho y esque cuando algo es real, lucha por ello, acercate, nunca trates de evitarlo porque quizás juegues con las cartas equivocadas. Nunca he sabido hacer eso, quiero decir, luchar. Pero hoy no sólo voy a luchar por lo que siento. Voy a hacer realidad mis proyectos, voy a vivir por ello porque he arriesgado mucho, he sido juzgada, abandonada, incluso con olvidada. Tengo que hacerlo. Y a aquellos que me controlan para que vaya por el buen sendero, esa que no duerme pensando en ello, les voy a demostrar que es lo que quiero. Y lo conseguiré. Aunque cueste.
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