Y sin quererlo, aquí estamos. Yo, consumiéndome por mis errores y tú, a saber dónde estás bailando. Esa noche me hizo comprender que algo malo está pasando. Y no contigo, tu eres dueño de tu vida, tus actos, gustos y planes. Pero yo, tengo un problema y es que quiero para ti lo mejor. Paso días observando una sociedad que no me gusta, llena de gente arrogante, basta, maleducada y con unos gustos demasiado morbosos. Lo aprendí de ti. Aprendí que me parece ridículo defenderte si esta es la vida que prefieres. Me enfado con la gente, veo monstruos que pretenden aprovecharse de la gente. Y cuando menos lo espero, exploto, digo palabras sin sentido y las pago con personas ignorantes y desconocidas. Y me hago daño, y les hago daño. Pero irremediablemente, me hago daño. Porque no estás aquí, no quieres mi ayuda, yo me pregunto día y noche que está pasando contigo y busco porqués en gente que no me conoce.
Aunque escuché que no abrazo a las personas, me desplomo sobre ellas. Pero solo sobre todos aquellos que valen la pena. Y es cierto que de vez en cuando extraño una tarde de mujeres pero el amor nos aleja, nos cambia. Y juré que nada cambiaría pero ha sido inevitable. Quiero lo que tengo ahora y que no cambie. Porque tengo la mejor compañía, personas que están siempre a menos de un paso de mí cuando las necesitas. Atentas, felices de vivir, y si no es así, fingen muy bien. Personas que no quiero perder y que quiero tener presentes los días más importantes de mi vida.
domingo
lunes
Traté de recordar le pero sólo apareció su nombre. No existían recuerdos y si los veo, están borrosos. Me cuesta recordar las horas que pasé a su lado y todos esos detalles que me hacía querer seguir estar junto a él. No recuerdo nada. Ni a él tampoco. El único recuerdo que mantengo nítido es el de cuando éramos amigos. Quizás, por esta nueva compañía ya no tengo ningún sentimiento. Quizás mi corazón está ciego y no quiere ver más hombre que a él. Quizás, ridículamente y aunque no lo quiera aceptar, esté enamorándome.
sábado
Mírame hay algo diferente,
un destello, un brillo especial.
Mírate y dime que sientes lo mismo,
que algo dentro puede cambiar.
Nada nos puede detener.
Preparate,
vamos a poner el mundo del revés.
No nos van a decir
como tenemos que vivir,
decidí dar lo mejor de mi.
No nos van a decir
lo que tenemos que sentir,
porque mi vida depende de mi.
Depende de ti
Si en la vida hoy se anda con rodeos,
haz de tripas corazón,
haz de cada historia una canción
a rienda suelta a la ilusión.
Nada nos puede detener.
martes
I FEEL AGAIN
Las manos son un instrumento esencial. No encontrarás mejor transmisor de sensaciones, el tacto, el calor, la energía que fluye por tu cuerpo. Sirven para trabajar, tocar, acariciar, golpear. Son mi mejor arma, tanto para amar como para luchar. Pero él sabe que rara vez le voy a acariciar. Le torturo minuto sí, segundo no, le beso innumerables veces hasta que me canse y crea que ya no puede más. Entonces le miro y lo único que veo son unos ojos verdes que no apartan la mirada sobre mí. Y a veces pienso: "¿Qué estará atormentando a esa linda cabecita? ¿Qué es lo que le retiene para que no haya huido ya?". En ocasiones saco mi instinto animal y olvido dónde estamos, olvido que somos, sólo quiero jugar para luego levantarme y decir "me tengo que marchar". Aún no soy capaz de entender como aguanta mis cambios, la denominada multipolaridad, no entiendo como puede sonreír tanto ni como le aporto tanta felicidad. En ocasiones me asusto y pienso que este no es su lugar, que nunca podrá controlarme ni hacer de mí la persona que le haga feliz. Pienso que merece algo mejor, imagino que hubiera pasado si ese día, casi llorando, cuando le dije que "ya no más" hubiese continuado y no hubiera dado marcha a tras. ¿Qué sería de nosotros? ¿Qué sería de ese imbécil que se enfada cuando le menciono un "Polo"? ¿Dónde irían a parar las horas en el portal o "tratando de estudiar"? No sentiría una mirada clavada en mi pelo, no tendría esta sensación de aferro, no habría besos, ni peleas, ni más siestas en el sofá. Quizás caería alguna cerveza acompañada de un cigarro pero no existiría esa significativa cara de circunstancia. No habría miradas al horizonte mientras el maldito perro sale huyendo y él sujeta mi mano como si fuera yo la que estuviese corriendo. Echaría tantas cosas en falta. Pero la que más, sin duda, es esta que tengo dibujada en la cara. Mi sonrisa, su sonrisa, la única parte de mi ser que siempre le pertenecerá. Porque es él el que la proporciona, él y su estúpida forma de.. Ser. No cambiaría ni el más mísero detalle de su personalidad porque personas tan honestas vale la pena guardarlas para la eternidad. Ahora, necesito una dosis, ¿Dónde puedo comprar tu olor?
" Hope if everybody runs you choose to stay. "
domingo
A punto de llorar y ya estaba él. La distancia no siempre es un conflicto siempre que haya medios, incluido el tiempo. Tengo la impotencia de querer siempre ayudar pero aún cuando pensaba en imposibles, las dagas se hacen más hirientes de lo normal. Entonces pienso en lo que tengo. Me he quedado con un grupo de amigos que en su día, me dieron la oportunidad de pasar todos los viernes noche con ellos, un novio, que siempre fue amigo, luego algo raro y ahora, es lo que es, la persona que siempre está a mi lado, literalmente. Y luego está él, con el que siempre cuento, con el que hablar y hacer que las horas pasen como segundos. Pienso en lo que tengo, pienso en donde estoy y a dónde llegaré y sonrío. He hecho un gran esfuerzo para tener lo que tengo y no hubiera cambiado ninguno de mis pasos. Quien sabe dónde estaría si no.
Hacemos cosas que inesperadamente, sabemos que no podía haber sido mejor. En ocasiones, entro en bucles sin fin de pensamientos, palabras que juntas no tienen ningún sentido pero se amueblan si pienso en ti. Me asusta como hemos llegado a esto, a que yo no pueda vivir sin estar un día sin verte, muero de nostalgia, o eso digo entre risas. No entiendo como he llegado al punto de no querer que te vayas lejos. En algún momento, no vi venir todo esto Ahora me siento bajo una cascada de sentimientos, golpeando fuerte desde lo alto. Contigo soy, contigo no veo fin. Solo una sonrisa y el ansia de libertad
viernes
No es la primera vez que trato de escribir sobre sentimientos y no existen palabras. Sólo en momentos de ira o rabia hablo sobre situaciones prácticamente independientes de mi corazón. He escrito a hombres que me han hecho llorar, también a imbéciles que se han dedicado a hacerme creer que les daba igual. Ahora no escribo, ni sueños, ni sobre el deseo de amar, ni sobre besos efímeros ni cartas que nunca llegaran. Prefiero hablar en silencio.
No hago más que diseñar tácticas para enfadar, mantener mentes ocupadas, hartas de rabiar. Para luego desencadenar en besos. Busco miradas en espejos por mantener el respeto, sonrío sabiendo que me está mirando solo por ponerme nerviosa mientras quiero matarlo. Y me gusta, porque después de minutos pensando, entristecido, sin saber que decir, me abraza, riendo, posiblemente maldiciendo a todos mis muertos pero para mí, en ese momento, no hay nada mejor que besar las comisuras de su sonrisa.
A veces necesito algo más que un par de minutos a su lado, trato de eliminar miedos, tonterías como enredarme en sus manos. Estar tumbada en su pecho es delicado, hace olvidar que estoy hasta arriba de compromisos y que si quiero, me duermo. Encuentro la tranquilidad que quiero para evadirme y volver al cielo. Me estiro, me tiro al suelo y sé que siempre me va a coger, nunca me deja caer. Sé, que estoy loca, a veces algo complicada de entender. Suelo perder el ritmo, un día hiperactiva, al día siguiente "no me vayas a mover". Pero siempre, siempre, sonríe, como si no tuviera defectos. Y eso me da miedo
No hago más que diseñar tácticas para enfadar, mantener mentes ocupadas, hartas de rabiar. Para luego desencadenar en besos. Busco miradas en espejos por mantener el respeto, sonrío sabiendo que me está mirando solo por ponerme nerviosa mientras quiero matarlo. Y me gusta, porque después de minutos pensando, entristecido, sin saber que decir, me abraza, riendo, posiblemente maldiciendo a todos mis muertos pero para mí, en ese momento, no hay nada mejor que besar las comisuras de su sonrisa.
A veces necesito algo más que un par de minutos a su lado, trato de eliminar miedos, tonterías como enredarme en sus manos. Estar tumbada en su pecho es delicado, hace olvidar que estoy hasta arriba de compromisos y que si quiero, me duermo. Encuentro la tranquilidad que quiero para evadirme y volver al cielo. Me estiro, me tiro al suelo y sé que siempre me va a coger, nunca me deja caer. Sé, que estoy loca, a veces algo complicada de entender. Suelo perder el ritmo, un día hiperactiva, al día siguiente "no me vayas a mover". Pero siempre, siempre, sonríe, como si no tuviera defectos. Y eso me da miedo
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