Well... Me he despertado con buen pie. Deseando que termine el año y con ganas de desearselo al resto. Tengo mucho que agradecer. A decir verdad, he perdido mucho ¿mucho? He perdido a mis mejores amigos, y tan buenos... Bueno, me han intentado hacer mucho daño, por suerte eso es pasajero y me importa una mierda. Digamos que más que nunca he aprendido lo que es la hipocresía, quizás deba dar gracias por eso. Pero pensándolo.. ¿cuántas cosas he ganado? Dos grandes amigos, veinticuatro horas cerca mía con tal de animarme. Un grupo de personas que no importa la edad ni de dónde vengas, despertaron mi pasión por la naturaleza [gracias] y me enseñaron lo que es la bondad. He aquí a quién tengo que agradecer es a una maldita hippy come hierbas que me hizo vivir así. En serio, gracias por haberme dejado entrar en vuestra pequeña comuna y hacerme sentir especial.
También están esos personajes que aparecen cada año, los hay que a los meses, los hay que nunca... Bueno, gente que decides verla el día antes de finalizar el año para ver que nada ha cambiado. Los hay después que tras un año sin hablarte, acabas tomando con él las uvas ¿Por qué? No lo sé. Pero mis favoritos son aquellos que han estado a mi lado sin juzgarme a pesar de las circunstancias. Esos que pasean conmigo por Madrid cogidos del brazo, que me quiere y me lo recuerdan a diario. Aquellos que nos sentamos en el sofá a calentarnos y de repente quiero ver el atardecer y nos acercamos. Por estas personas que mantienen viva y respetan mi locura.
No me olvido de esas que me dan más disgustos que alegrías [y lo que me encantan] La familia está para eso, y para mi, un año más, es una prueba más de que estaremos juntas de por vida.
Este año, he aprendido que no puedes esperar nada de nadie y has de ser autosuficiente. Por ello, no me afecta quien se marche, me afecta quien se quede. Y quien haya decidido desperdiciar su valioso tiempo a mi lado.
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