Es ridículo, ¿eh? Que te odie mil por no saber de ti, que te espere horas haber si algo cambia y me salga una sonrisa cuando menos me lo espero. Es tan poco sano que me vuelve loca. Las tormentas sentimentales no son recomendables.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario