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domingo

Sienta bien hacerlo de nuevo. Lo que duele sin duda es recordarte en cada beso, es desearte en cada acaricia, es llorar de querer tenerte entre mis dedos. Querer mordisquear tu cuerpo y empaparme en tu sudor. Es decirte que te echo de menos y como no, acabar en discusión.

Make me wanna die

Ha pasado ya tiempo, trescientos sesenta y cinco dias, no exactos, la verdad no lo recuerdo bien. Ahora huelo su perfume y me entristece no encontrarme en tu piel, sino en la de otro. No me hace falta ver fotos para recordar tu rostro, no necesito de tu aliento para recordar tus besos. Pero desgraciadamente el chico que duerme ahora al lado mia si qué sabia que existias. Y quizas  este pagando un precio injusto pero es su decision, nadie le obligo. Sabe que te recuerdo todos los dias, que pienso en haber como estas. Sabe que incluso rastreo tus pasos como un cazador. Sabe de sobra cual es la diferencia entre querer y amar, sabe de sobra que jamas le querre como te quise a ti y jamas le amare como te amo a ti.

Amanece, oscurece, ya no se que horas son. Se que tengo que ponerme en pie, estudiar, reaccionar, empezar, olvidar.... Olvidarte. Seguir con mis principios y que nada me cambie. A veces me da por pensar en que estara pasando en esa cabecita. Si los echas de menos,que quizas has encontrao tu lugar.

Siento tus latidos en cada parpadeo, en un abrir y cerrar de ojos, en un sentimiento que no puedo controlar. Mis sentios, mis instintos estan al cien por cien desde que no estas. Me da miedo cambiar, me da miedo volver a empezar

jueves

We only say "goodbye" with words

"Regresemos a la estrellas. ¿Lo recuerdas? Era verano y tú estabas cerca. Si tocaba tu piel de repente se producía un eclipse. Tu cuerpo se interponía entre el resto del mundo y yo. Y yo entonces era tan feliz que ni siquiera sabía que lo era. Lo hacíamos como animales. El amor, lo de después, y luego de nuevo el amor. El tiempo nunca pasó a cámara lenta, pero cuando nuestros corazones latían tan rápido, aquellas horas parecían durarnos minutos. Tampoco mirábamos el reloj, eso es cierto, pero nos amanecía el sol por la ventana y nosotros aún olíamos a noche. Así que nos encerrábamos en un cuarto, bajábamos la persiana, abríamos las manos, cerrábamos los ojos. No comíamos, no dormíamos y aprendimos a soñar de alguna extraña forma. Nos hicimos noctámbulos, nos salieron ojeras y agujetas en la sonrisa. Porque sonreíamos mucho. Debes recordarlo. Una vez, al mirar por la ventana: “las estrellas parece que están más cerca”, dijiste. Y en ese momento te miraba y supe que tenías razón. Regresemos pues. ¿Sabes?, se me olvidó tu nombre, como si de tanto repetirlo en mi cabeza hubiese dejado de tener sentido. ¿Cómo un nombre puede abarcar todo un universo? No, no tiene mucho sentido."





En un mundo de grises

miércoles

Cuando baje la marea

Mañana hay una fiesta y me ha invitado el ron a hacerme daño, a hablarle a otros hombres del cielo de tus labios. Cada noche siento que he perdido más el control, el control de una situación que nunca existió. No encuentro sentido a mis palabras, no entiendo las cosas que hago. A veces pienso que estoy en el cuerpo de una extraña. Contra el mundo, a diario, sin ganas de luchar. Es irónico. No soy capaz de mirar otros labios, no soy capaz de creer cualquier palabra que reflejan sus manos. Escuché una vez que no hay nada peor que sepan que estás enamorada y lo ignoren. Es realmente triste. Y quizás dure poco, quizás sea efímero y vuelva a las andadas de ir rompiendo corazones a cada paso de mis pies. Pero te conozco, siempre estuviste aquí. Sé como hueles, sé como sientes.

Y me he acostumbrado a la sensación de sentirme vacía, que nadie me entienda, que sea ridículo hablar de amor. Sigo buscando un sentido a mis días, un porqué decidí quedarme donde estoy. En un punto de inflexión donde nada en mi interior va bien. Momentos de incertidumbre, ataques de pánico en las noches, con miedo de cerrar los ojos y no poder ver. Veo rostros de conocidos y no hacen más que volverme loca. No sé de que hablar ni a quién escuchar, no sé que sentir ni hacia quien. Se vuelve oscuro todo esto por cada segundo que pasa. Y sé que estarás bien, que yo estaré bien, que sentiré, reviviré. Pero no puedo evitar sentirme muerta por dentro. Como si me hubiese pisado un invierno demasiado largo. Como si el frío no tuviera intención de marchar. Ya ni siquiera existen para mí los veranos, no desde que te ví. Creo que eres más feliz

lunes

Loki

You know mistletoe is important to Druids but, do you know why people kiss under the mistletoe? It’s a Norse myth. Baldur the son of Odin was the most beloved by the other gods. So much that they wanted to protect him from all the dangers in the world. His mother, Frigg, took an oath from fire and water, metal, stone and every living thing, that they would never hurt Baldur. At a gathering, they tested him. Stones, arrows and flame were all hurled at him. Nothing worked. But there was one god that wasn’t so enamored of Baldur, the god of mischief, Loki. Loki discovered that Frigg had forgotten to ask mistletoe, a tiny, seemingly harmless plant and completely overlooked. Loki fashioned a dart out of mistletoe and it killed Baldur. Frigg was heartbroken. She decreed that mistletoe would never again be used as a weapon and that she would place a kiss on anyone who passed under it. So now we hang mistletoe underneath our door during the holidays so that we will never overlook it again.

Far Away

¿Lo notas? ¿Eres capaz de apreciarlo? ¿O ya murió tu instinto animal? Y te quedaste en un simple... humano. Asqueado, vendedor de propaganda, historias jamás contadas porque siquiera fueron reales. Me pregunto si a veces tendrás la decencia de hablar con tu antiguo yo y recordarte que una vez fuiste admirable. Las personas cambian, algunas incluso mueren.

Yo he muerto, hace tiempo. Desde el día que te conocí. O quizás fue después. Sé y reconozco que ha sido una pérdida de tiempo. Pero sigo soñando con los árboles y los viajes que haré. Sigo soñando con los lugares donde viviré y donde jamás será recordado mi nombre. Porque es lo que quiero. Que se me olvide como a los grandes filósofos de nuestra historia. Que no se me de importancia. Volveré a volar de alguna manera, lo sé. Me falta ilusión, esperanza en mí. Pero lo arreglaré. Arreglaré mis problemas de autoestima, solucionaré mis luchas diarias y entonces caminaré. Lejos. Aún tengo unas monedas para llenar el depósito de ese viejo coche y marcharnos. Marcharnos lejos, donde nadie nos detenga. Donde la libertad esté más allá del horizonte.


Y querré dibujarte constelaciones en la espalda juntando uno a uno tus lunares. Querré besar cada milímetro de tu piel para que reconozcas en mis ojos cuanto te deseo. Quemaré el café por las mañanas para que su olor te recuerde siempre a mí. Siento robarte toda tu ropa pero es que me sienta tan bien... Y bailaremos, al ritmo de cualquier Jazz, me da igual mientras me sujetes con fuerza, me da igual mientras me desees. Pero bailemos lento, cerca, muy cerca, tan cerca que pueda respirar tu respirar. De tal manera que me vuelva loca y lo hagamos en el sofá. Deseo y quiero que un día de estos me permitas llevar la correa de tu perro y me inundes de tu sudor en aquella azotea. Para revivir, para guardar ese recuerdo.

domingo

Coffee

Domingo por la mañana y la brisa se mezcla con ese olor peculiar a café. Café tostado. Me asomo a la ventana con una sonrisa para esnifarlo. Me encanta. Me hace pensar que cosas mejores vienen por delante, que las cosas cambiarán y los pequeños detalles seguirán ahí. A veces tengo la necesidad de sentir ese olor tostado y encenderme un cigarro, disfrutar de ese pequeño momento que me hará volar. Pero me tengo que concentrar. Tengo que cumplir mis metas si algún día quiero ganar. Si quiero llegar a ser alguien. Si quiero salir de aquí.

sábado

Quizas

Y mientras ellos iba contando las horas, los minutos, tachando días en el calendario. Dispuesta a saber y conocer el secreto del amor. Que que se hace para enamorarse y que se hace para olvidarse. Ni uno ni otro fue capaz de contestar. No recuerda como se enamoró y pasa el tiempo y aun no lo ha olvidado. Sera muy ingenua la pobre o su tiempo ya habrá pasado. Ahora mismo debería buscar oxigeno por que le cuesta respirar. Quizás debería viajar lejos , quizás debería ir a buscarte... o mejor no, debería empezar una vida nuevo sin tanto lastre. El problema, es que no quiere. O si, pero no le sale.

miércoles

Amaia

-¿De qué se trata?

-De una depresión...-Balbuceó

-¿Depresión? ¿Cómo? ¿Hasta cuando..?

-No durará mucho.-Sus manos parecían limpias pero era incapaz de dejar de frotarse las manos.-Es consciente de su situación, sabe que tiene el autoestima muy baja. Por ello sabe que tiene que cambiarlo. Pero hasta que eso ocurra, tardará. Me sorprende que le halla afectado hasta tal punto, no sé, las personas de su edad no suelen tener depresiones, no por esto.

No sabía hasta que punto se equivocaba. Pero no debía mantenerse quieta, debía continuar. No podía seguir colocándose, ir puesta hasta las entrañas de cualquier droga dura mezclada con alcohol. Sus ojos la delataban y seguramente, el día en que volviera a la facultad, volverían a plantearse su presencia en aquel edificio. Ya había dado suficientes problemas, suficientes lágrimas, momentos vagando de una pared a otra. Se tenía que terminar. No podía seguir dependiendo de sus pasos. No mientras la mentira siguiese comiéndola por dentro. Quizás sabía que él debía haberla retenido de la misma manera que retenía su orgullo. Era consciente de que ella era capaz de pisar, machacar y hasta quemar su orgullo con tal de no decir nunca la verdad, no mientras él se lo hubiese pedido. Por su futuro, su amistad, sus juegos... ¿Pero qué había de sus sentimientos?

Amaia se sentía confusa. A diario, en sus minutos de soledad, se asomaba a la ventana y encendía un cigarro mal liado- Ahí revivía recuerdos, frases y a veces sentía sus besos. Por eso gritaba a diario, por eso salía a correr y era capaz de esprintar olvidándose del daño. Sólo quería eliminar esa presión en el pecho, ese dolor. Se había olvidado de su cara, de su cuerpo, sus gestos, hasta de la maldita y jodida matrícula de su coche. Aunque no eran esas cosas las que recordaba, demasiado material para sus hazañas. En cambio recordaba su voz, los gritos de su hermano, las risas de su familia en una terraza de verano, a su primo saltando. Era capaz de recordar el peculiar olor de la cocina, el polvo de cada uno de los peldaños, el humo del tabaco. Su sonrisa, imperfecta pero tan perfecta para ella. Su tono de voz elevado, luchando por tener razón. Su olor a verano. Era capaz de recordar lo poco que ahora mismo quedaba de él. Si es que existía. Pero ella sabía que seguía con vida. A veces aparecía en noches tranquilas, reflejado en sus ojos, quejándose como un crío, besándola con cariño y haciéndola el amor hasta desgastarla. E indudablemente fue consumida por más de una sola caricia.

Amaia se sentía confundida. Sabía que saldría de esta. Eso dijo hace un año. Y quizás hubiese sido más fácil si no le hubiese dejado entorpecer el paso. Pero ¿Y ahora? ¿Sería ahora fácil o... sería un auténtico infierno?

Your Stupid Face

Hace prácticamente un año que todo cambió, que yo cambié. Admito que me volví una cínica, que dejé de creer. Sé que me cerré y dejé de tratar con las personas. Hasta que unos pocos me convencieron y demostraron que amaban mi personalidad, que sabían que había algo más que una simple fachada, un corazón fuerte y lleno de calor. Y a ellos se lo agradezco. Dejé de escribir, dejé de fotografiar, dejé de besar, dibujar, de montar, dejé de tener esperanza en los demás. Me cerré tanto que dejé de creer, dejé de hablar de ti y jamás expliqué el porqué. Por eso nadie conoce la verdad. Y me alegro. Hace prácticamente un año que no he vuelto a querer a nadie. Hice tantas veces el imbécil que no sabría decir hasta que punto me arrepiento. Normalmente creo que los errores no hay que negarlos, que forman parte de nosotros pero esta vez, me arrepiento. Me duele no volver a ser la misma, negarme a dar a conocer mi mundo por miedo a las de perder. Por no volver a creer en nadie, por no volver a querer a nadie. No hay dos abrazos iguales, no hay besos comparables ni caricias tan excitantes. No hay nada comparable a lo que sentí. Sólo se asemeja a las montañas, a esas incontrolables ganas de vivir. Sólo ahí soy capaz de sacar mi lado salvaje, de respirar y aunque intente remediarlo, de acordarme de ti.

lunes

No hacia falta

No hacia falta ser muy inteligente para suponer que esa noche no desharia las maletas.  Tampoco lo hacía falta para deducir que sus ojos pedían agua, que llevaba prácticamente una semana borracha y que no era la fiesta quien la sacaba de casa.  Seguramente se tratara de un impulso suicida por no volver a verte. Siempre pensó que las malas noticias venían en septiembre. Pero no va a lamentarse más que por los que quedan, por aquellos que se atreven a llamarse hermanos incapaces de creer que durante meses fueron engañados. Que las mujeres somos culpables pero vosotros unos cobardes.

viernes

Te marchas

A veces uno se tiene que marchar. Lejos. Coger ese tren y desear no volver. A veces ocurre cuando quieres huir de tus propios fantasmas. No siempre da resultado pero lo bonito es intentarlo. Sólo quería un abrazo. Y lo conseguí. Ahí quise mirarte a los ojos. Seguramente después hubiese deseado besarte. O a lo mejor me hubiese quedado quieta sin ningún tipo de impulso. Al igual que te seguía de un lado a otro y hubiese deseado que fuese uno de nuestros juegos. Aquí te pillo, aquí te mato, literal. Pero ni tu querías besarme ni yo quería que descubrieras que iba a lloré. Y lloré. Mucho. En cuanto di la vuelta sin mirar hacia atrás. Y sé que sería capaz de recorrer mil kilómetros con tal de volver a verte. Pero no puedo seguir llorándote. No puedo seguir abrazando a mi madre en busca de un porqué. No puedo beber, copa tras copa, no puedo estar desde las doce de la mañana levemente sobria. No puedo entoxicar mis pulmones como si se trataran de fuegos artificiales. Y no puedo soñarte. Pero te deseo lo mejor, de todo corazón. Y espero que un día vuelvas y me cuentes que eres feliz. Me haría feliz saber que te enamoraste, que encontraste la musa que patentizó tu canción. Que soñaste tanto que agotaste el colchón.

Mientras yo me quedaré aquí. Seguramente te espere indirectamente esperando a que el tiempo te haga madurar y que si no has cambiado de opinión entiendas que apoyé cualquier decisión. Y que aún estando a mi lado, te hubiese alentado a marcharte. Porque huir, no es la respuesta pero vivir es alcanzar tus metas.

Mientras vivas seré feliz. Mientras, yo, seguiré huyendo lejos de tus fantasmas, lejos de tu olor, pero no prometo no derramar ni una sola lágrima. Ni olvidar dedicarte una gota de alcohol.



Palabras que anuncian las despedidas anticipadas, que explotan en mil pedazos cuando se callan, que suben por tu garganta entre cortadas, que matan. Me pierdo pensando en nosotros y juro que no me arrepiento, de haberte entregado la vida me queda lo bueno,  te miro a los ojos y sé que ha llegado el momento, y tiemblo. Cansada, de no parar de dar vueltas en nuestra cama, volando en paracaídas por esta casa, buscando rastros de vida, no queda nada, que valga,  me pierdo, pensando en nosotros. Siempre pensaré que te encontró mi estrella de la buena suerte, no sé cómo curarme el corazón. Y ahora que está claro que ninguno de los dos fue tan valiente, me pierdo entre la gente y tú te marchas, y no sé me ocurre decir ni una sola palabra que acabe con este silencio que ahora me alcanza. Y muero matando, te beso despacio y te digo que solo el amor ya no basta, mis años mi vida mis noches en siete palabras. Hoy te marchas y el silencio que entró en mi alma sólo mira por la ventana para verte gritar, ya no queda entre nosotros nada, se acabaron nuestras palabras, el recuerdo que no se marcha hoy se quiere quedar.

miércoles

Hope

Seguramente llegue el día en que mi cerebro deje de pensar. Un día mi corazón dará un vuelco y volverá a respirar. Ayer escuchaba una frase que me hacia igual de gracia que me daba felicidad.  ¿Que hora es? Ahora. Es ahora y es lo único que importa. No hay que pensar en el futuro ni revivir el presente. Y se trata tanto de mi filosofía... Pero llegas tu y me rompes los esquemas, rompes mis principios y me rompes a mi como si se tratara de una promesa, con la cruel excusa de ser honesto. Lo llevas haciendo tanto tiempo... Quería mirarte a los ojos pero no pude, quise abrazarte pero mis músculos no dieron mas de si, mas que un simple "nos vemos". Irónicamente no nos volveríamos a ver. Yo lo sabía, en el fondo lo sabia, que nunca fui nadie para el, nada mas que un pasatiempos. No es su culpa, es culpa mía por elegir esta estúpida forma de vivir. De soñar. De lastimarme. De besarle. Y seguramente siga llorando al pasar cerca de su casa. Y seguramente rompa miles de corazones más por quererle solo a él. Es posiblemente que no vuelva a soñar con otros brazos ni con otra sonrisa. Ni con otra voz, su ridícula voz. Quizás a su lado me sentía pequeñita, estúpida pero amaba la manera que tenia de creerse mejor, aun sin serlo. Me gustaba la forma en que me interrumpía, como levantaba la voz y me escondía entre mis lágrimas. Seguramente sea ridículo de admitir pero me alegro que haya sido él. Es un honor para mi que me haya roto el corazón, él, solamente él.

Ahi...

¿A que no sabes donde he vuelto hoy? Donde solíamos gritar meses antes de este ahora sin edad, aún vive el monstruo y aún no hay paz. Y en los bancos que escribimos medio a oscuras, sin pensar, todos los versos de "Heroes" con las faltas de un chaval, aún están. Y aún hoy, se escapa a mi control, problema y solución, y es que el grito siempre acecha, es la respuesta. Y aún hoy, sólo el grito y la ficción consiguen apagar las luces de mi negra alerta. Tengo un cuchillo y es de plástico donde solía haber metal, y el libro extraño que te echó de párvulos, sus hojas tuve que incendiar. Y en los hierros que separan la caída más brutal siguen las dos iniciales que escribimos con compás, ahí están. Vertical y transversal, soy grito y soy cristal, justo el punto medio, el que tanto odiabas cuando tú me repetías que té hundirá y me hundirá, y solamente el grito nos servirá, decías "es fácil" y solías empezar. Y es que el grito siempre vuelve y con nosotros morirá, frío y breve como un verso, escrito en lengua animal. Vertical y transversal, soy grito y soy cristal, justo el punto medio, el que tanto odiabas cuando tú me provocabas aullar. Y ya está, ya hay paz, ya hay paz. ¿Porque gritaba? Lo sé y tú no, no preguntabas, tú nunca, no.

martes

Y serás feliz

People help people. O eso dicen. Algunos besan el suelo que pisan sus amigos, otros prefieren pisar el de la persona que acabará con su vida. Hay demasiadas injusticias hoy en día pero cada uno es libre de elegir su su dolor, sus sentimientos. Quizás no sepamos manejarlos pero uno decide el límite hasta el que está dispuesto a amar. Al igual que sufrir. Tu sufrimiento no depende de nadie, solo de ti mismo. Y si te han dejado, abandonado, no deberías culparte a ti mismo. Deberías saber que los hechos son los hechos y tu eres quien decide aceptarlos o rechazarlos. Pero aunque los aceptes a veces la situación escapa de tu control. A veces los sentimientos se vuelven tan grandes que explotan en tu interior como minas que no eres capaz de detectar antes de pisarlas. Y quizás esto me esté ocurriendo. Debería esforzarme más al engañarme y aceptar que nunca volverás, que nunca te he importado y que no soy más que una idiota, tal y como me repites hasta el día de hoy. Idiota por creer que un día de estos me recibirás con un beso. Y eso es lo que hiciste, rompiéndome todos los esquemas, una vez más. Disfruto con tu compañía, no lo puedo negar. Por eso me entristece que todo vaya a cambiar




Por eso me entristece que nunca más nos vayamos a encontrar

Por eso me alegro, porque crecerás. 

Y sé que te enamorarás, que cambiarás.

Qué cumplirás tu sueño

Encontrarás tu lugar

Y serás feliz.

lunes

Are you gonna stay the night?

Vas a acordarte de mi, cuando llegues a tu casa cansado del sol que abraza tu espalda, cuando caiga la noche y quiera esconderse tras las montañas. Verás su reflejo en mis pupilas, recordarás mis ojos vidriosos repletos de ilusión, de esperanza. Esperanza en ti. Me contagiaste tus ganas de vivir y al mismo tiempo... Me las arrebataste. Y te veo, siempre como un cuento, lástima que con un final. Sabes, no debería pensarte, no deberías estar en mi cabeza. Tengo que dejarte marchar, olvidar tu felicidad, olvidar las noches en que nos escondíamos en la habitación, asomando nos a la terraza en bragas. Queriendo, soñando ser feliz. Siendo feliz. Viví la libertad cautiva entre tus brazos. Bebí de la fuente de la juventud aquel verano. Respire la droga de lo que es el amor, o eso dicen. Y aún tienes mi risa entre tus sábanas, a veces se cobija mi perfume en tu pulmón. De vez en cuando te imagino asustado bajo el edredón, a ver sí vas a escuchar golpes en la pared. A veces me verás inocente aún sentada en el sillón. Antes de que tu cuerpo me abrazara, antes que fuera condenada. Olvida mejor las veces que como dos niños, me cogiste de la mano y entre risas tímidas cerramos la puerta y conquistamos el colchón. Olvida también mi pelo mojado, secado después al sol. Borra las peleas que tuvimos con el césped y acabamos pagándolo con la pared. Mejor escúchame, aunque nunca lo hiciste y no me inhales en cada recuerdo que oprima tu piel. Haz que nunca he existido, no me beses en más sueños, haz que se borre tu nombre en mi memoria y... Quiere me. Y haz que me olvide de ti, que no quiera verte la cara y discutir lo que significo para ti el amor. Me gustaría por un momento tenerte de pie y que me mintieras a los ojos como hasta ahora. Que me digas y prometas de nuevo que nunca me abandonarás. Que estarás siempre a mi lado aún cuando las dudas lo inundan. Haz me creer que fuiste el único, la encantadora muchacha enamorada del villano. De una persona sincera hasta la muerte, impulsiva de poca razón. Ingenua yo pensando que querrías volver a mis brazos. Que no son coincidencias cuando se juntan dos. Que ese día, por una vez, volví a conocer el amor. Con tu mano en mi cadera, apretando fuerte a ver sí sentías el hueso. Y me encantaba inundarme en tu sudor, la fuerza con que me agarrabas, me encantaba como jadeaba(s) y me moría de ganas. No he estado nunca tan cerca del cielo. Pero ahora, tienes que marchar antes de que cometa un homicidio mental. Porque me vuelven loca estas maneras, no quiero volver a verte, saber tu nombre ni la fecha en que dios te trajo. Necesito qué hagas que te odie, invéntate una excusa pero... Te odiare. Haz algo cruel, mentir no fue suficiente, quítame la vida... Hazme creer. Siento que te tengo debajo de la piel y no te puedo perder. Muere, en mi recuerdo, muere conmigo si hace falta. Pero quiero ser feliz, vivir. Y tu me estas acabando, haces que quiera más de algo que no volverá. Me tienes engañada, no sería la primera vez.

domingo

Keep It real

"En ese momento dejó de sostener el móvil en sus manos y de sus labios se desprendió un leve sollozo. Unas simples palabras eran capaces de romper cualquier corazón. En ese momento se dio cuenta de que realmente le quería, que su nombre había atravesado su piel como si se tratara de un tatuaje y sus ojos se habían vuelto su mayor pesadilla. En ese momento fue consciente: Se había marchado".

 -¿Pero volvió?

 -No lo sé, así termina la historia ¿No ves? No hay más páginas, sólo los agradecimientos y la editorial... creo.

 -No puede terminar así

 -¿Qué quieres decir?

 -Que sigas escribiendo. Si de verdad le quiso, le esperará. Y volverá, seguro que volverá.

-No, cielo. Se ha ido. No todas las historias acaban como querríamos. No las de verdad.