Aún no me acostumbro a no poder contarte aquello que me da felicidad, sin ser consciente que eso eras tú. Felicidad
miércoles
lunes
Me da la sensación de que voy a estar escribiéndote todos los días simplemente para pensar que lo hago de verdad. Que estás a través de la pantalla y que puedas escucharme. Como si pudiese contarte mi vida y rieses mientras me vacilas. Y eso me saca de quicio por qué no sabes que en realidad me encanta. Me siento todos los días a solas en mi habitación y no puedo dejar de pensar en todas tus palabras, como duelen, todo lo que dijiste. Incluso pienso en todas las cosas que creo que nunca dirás. Me quedo con la duda de saber que algún día volverás, si tendrás intención de hacerlo. Has dejado muy vacío mi corazón, cuando pienso que ya estoy recompuesta vuelvo a romper a llorar. Y lloro durante mucho tiempo, parece que nunca va a sanar. Me acuerdo de ti todo el tiempo, hoy me ha dolido mucho coger un libro italiano y escuchar tu maravillosa lengua salir de mis labios. Quería decirte que hoy he hecho una spesa inteligente y he empezado a contar los nutrientes. Como aprendí de ti, aunque nunca te diste cuenta. Enriqueciste mi vida en tantos aspectos que ahora mismo formas parte de ellos. Y solo me queda eso. Ojalá pudieras leer todo esto. Ojalá no te desvanecieras como lo estoy haciendo.
El dolor
Últimamente escucho mucho la frase que dice abraza tu dolor. Rodeo mi cuerpo, especialmente mis piernas con un abrazo que nunca es suficiente porque me haces sentir pequeña. Me hace sentir que no se acabado, y que tampoco lo hará. Pero a veces pienso en el dolor y no pienso en el mío propio. Pienso en cómo sería de maravillosa la vida si pudiésemos darle la mano a alguien y llevarnos su dolor. Hacerlo tuyo. Es algo que siempre querido en mi trabajo, es algo que siempre querido con los que me rodean. Y tu dolor es tan fuerte que a veces me gustaría cogerlo y apagarlo simplemente haciéndote saber que estoy ahí, a tu lado, para ayudarte en el proceso, para que el peso sea menos. Pero no estoy ahí y tampoco me dejas hacerlo. No puedo cogerlo. Porque quieres hacerlo tuyo, y no entiendes que cuando uno quiere a alguien lo hacen en los buenos momentos y los malos. Para que haya momentos felices tiene que haber tristes. Y yo quería pertenecer a ellos. Quizás porque mi faceta de enfermera me lo dice, quizás porque soy cáncer y soy lo más emocional de la astrología. Quizás porque soy una persona PAS y siento demasiado. Pero me gusta ser así. Y me gustaría saber todo lo que podría haber hecho para hacerte feliz. En cambio estoy aquí gritando de dolor, sola sin nadie a quien acudir.. por qué no pretendo que lo entiendan ni quiero que lo hagan. Es mío y se quedará conmigo. Supongo que tengo que seguir, y volveré a resurgir. Pero no será lo mismo.
viernes
Como el agua
Siempre he creído en el poder de la naturaleza. Me he sentido siempre muy conectada, a niveles que creo que a veces no me lo merezco. Siento que es un gran poder estar conectado con el mundo. El último día que lloré vi un atardecer precioso, ese día pensé que había esperanza de que las cosas pudieran mejorar. Al día siguiente me desperté con la intención de volver a ver el último amanecer, ese que vi a través de tus ojos. Pero la naturaleza fue sabia y nubló el cielo de tal forma que no pude volver a ver el amanecer. No vi el sol reflejado en el mar. La última vez que lo vi fue junto a ti. Y ese es el recuerdo que se quedará en mi retina. Por eso agradezco al cielo y a la naturaleza, por darme la oportunidad de saber que hay cosas que simplemente tiene que ser así. El cielo se nubló. Porque quizás sabia que era la última vez que estaré ahí. Y he vuelto a Madrid y no para de llover. Llora por las noches cuando más sola me siento, cuando más te echo de menos. Y tengo ganas de coger el teléfono y escribirte y decirte cuánto te quiero. Simplemente sé que no puedo. Me despierto en mitad de la noche con los truenos y los relámpagos, y nunca pensé que podría pasar, pero por un momento pensé que estaba a tu lado, en tu casa, con el olor de tu sábanas. Pero no era así, tú estabas lejos y ya te habías olvidado de mí. Es que no lo sé, no sé cuánto durará, pero es que no dejó de sufrir. He vuelto a casa llorando, con ausencia de ti, y me he mojado bajo la lluvia y pensaba que eso era vivir. Pero no era más que mi cuerpo mimetizado con el agua fluir, dejando que estos sentimientos salgan, es que no puedo dejar de pensar en ti.