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Me he hecho una muralla en la piel para que no me roben el alma. He rodeado de alambres y espinas mi corazón, para que las palabras no lleguen más lejos de lo que deberían, tengo dos candados de plata que solo abren las miradas y una pluma para firmar el contrato perfecto. Nadie cree tener miedo pero pocos lo verán, solo uno lo firmará y entonces su alma estará condenada. No es que sea mala, es que así son los tratos a la hora de hablar de amor, de entregar el corazón, de perder la cabeza y luego no encontrarla en ningún rincón. Es lo que tiene ser una niñata con problemas de cabeza y que no hace caso a la razón,que cree que el corazón le habla pero este solo canta una canción. Que se equivoca, tropieza, deja huellas en cada paso. Que enloquece, vuelve y cuando lo hace siempre trae algún regalo, algo, alguién que se perdió en sus ojos de hielo azulado. Prometer, es empeñar el futuro, desear, es no vivir el presente, olvidar, es despreciar el pasado, y vivir, es contestar lo de siempre. Discutir, prefiero seguir cantando, ser mejor, es intentar ser cambiado, suicidar, es no volver a arrepentirme, elegir, es pedirme demasiado.Despertar, es un lapsus de los sueños, y soñar, es una vida en balde, madurar, es regresar a tu padre y querer, como se quiere a una madre. Y no te pido más que te estés a mi lado, que me soportes loca porque tú estás loco, y no te pido más que me soportes callado, que me cuesta abrir la boca.