Siento que tomo el control, que lo que ayer estaba mal está bien hoy. A veces en la vida tomas decisiones de las cuales, por mucho que cueste, hay que sentirse orgulloso. Porque si bien he aprendido es que no existen los errores. Lamentarse es de débiles y si de algo he de lamentarme es de no haber vivido. La felicidad reside en aquellos pequeños detalles que nunca sabes cuando van a llegar ni si vienen acompañados. La distancia no es una maldición ni mucho peor. Piensa que si un día perdiste fue para luego levantarte y llegar a donde realmente ahora estás. No es cosa del destino, tampoco es casualidad, se trata de la vida. Y quizás a unos los trate mal pero para cambiar el rumbo hay que tomar el control. Si un día te privaste de sonreír o de llorar fue porque no quisiste aceptar las cosas tal y como están. Cada detalle es único y puede quedarse marcado en tu vida. Sólo tienes que aprender a tomar decisiones, valorar las oportunidades y vencer los miedos. Siempre con esperanza, que nadie te la guarde, porque quien sabe quién puede ser tu angel y levantarte. Ama, disfruta, nunca es tarde para cambiar. El día en que quieras darte cuenta descubrirás que siempre hubo una persona velando por ti a todas horas sin que tu quisieras reconocerlo. No es tarde, aún no la has perdido porque si aguantó por ti, te sostuvo y estuvo esperando a una pequeña muestra de cariño o agradecimiento.. Seguirá allí.
domingo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario