domingo
Que ni las promesas, ni las sonrisas ni palabras nunca valieron tanto. Podría pasarme horas observando como pretendes hacerme de reír, estar tumbada durante horas sobre tu pecho escuchando tu corazón latir. Tenía miedo, tenía tanto miedo que empecé a emparanoiarme dudando hasta de lo indubitable. Te querían apartar de mi, yo que cambio no me iba sin ti. Que soy tu princesa con la que amaneces cada día, rebosa tu confianza y con ella mi alegría. Y te escucho, escucho tus palabras porque me parecen las más bellas, aguanto las noches solo para saber de ti. Me tienes loca, embobada, con tus tonterías y tus "me encantas". Me prometiste que cada día apartarías las nubes para que sonriera, que mis dias no serían grises. Me prometiste que seríamos tu y yo y que no hay quien nos moviera. Me prometiste que de quedarías... y que así sea.
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