Sinceramente siempre me ha sido lo mismo el día del padre, la madre, del niño... es muy tópico decir que es un día comercial y que a la madre se la quiere todos los días o nunca. Pero extraño a mi madre, más cuando las cosas se complican. La echo de menos ahora que mi futuro se ve colgado de un hilo y ella no lo sabe, la echo de menos cuando me frena y me dice "todo va a estar bien". Porque nos peleamos, nos odiamos, me hace responsable de sus canas y sus ojeras, se mete conmigo para probar cuanto la amo y me saca de quicio. Pero es ella quien presenció mi corazón partirse por primera vez, fue ella la que me secó las lágrimas y escuchó que mi corazón pertenecía a otro. Es ella confidente de mis secretos y de los sentimientos más oscuros. Recolectora de lágrimas y abrazos, a diario. Es quien me hizo ser quien soy, por su educación, su cariño, su prohibición. La debo mi vida y mi corazón. Y la extraño más que nunca, que quiero abrazarla, joder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario