lunes
Las fechas para mi viaje no son las más acertadas. Ocho de Julio, día en que sin saber cómo ni por qué, te conocí. Día veintidós de Julio, a la una y pico de la mañana, momento en que dejé de tenerte miedo y se nos juntaron los labios. Me sorprende que siga acordándome de estas fechas y de ti. Pero es hora de coger este avión, he cometido muchas estupideces a lo largo de estos años y no, tu no eres una de ellas. Lo estúpido fue que conocieras a otra persona que en realidad no era yo. Nunca fui del todo sincera contigo y eso me hizo actuar como una idiota. Pero no importa, tomamos caminos diferentes y ya está. Y te deseo lo mejor igual que me lo deseo a mí. Prometo controlar mi cuerpo, dejar de ser tan impulsiva y volverme adicta a ti. Sólo obedeceré al viento, las montañas, las olas y la playa. Que me hagan sentirme joven hasta decir basta. Doy gracias por que de alguna manera el destino siempre tiene un regalo para mí. Es algo que de empezar a valorar. Un simple gesto, una amiga proponiendo te un reto y tú y tu aprensividad. Casi tres meses después, se acabó. Y juro que no soy capaz de llorar de felicidad porque jamás lo he asimilado.
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