Si me preguntas ahora mismo que es lo que quiero, dudo mucho que obtengas respuesta, si me preguntas que siento, te enseñaría mi cuaderno lleno de tachones y palabras que ni siquiera yo entiendo. Entiendo que han pasado tres años y me ha dado por pensar que no estuvo bien no haberme despedido. Marché dos semanas lejos pero no te dije adiós. Todos decimos adiós con palabras, nunca con el corazón.
A ti, simplemente, no te puedo despedir. Se me está olvidando tu rostro, la manera en que hablas. No puedo, quiero volver a ello, necesito sentirte de nuevo. Suerte para mi, ya no hay lágrimas en mis ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario