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martes

Y es que el amor

Con el tiempo dejó de creer en el amor. Empezó a pensar que aquello que llamábamos valores habían evolucionado a un “tengo que ser mejor que tú”. Apenas encuentras a uno de cientos que sea real. Las personas ya no son lo que eran, leales, sinceras. Veo amigos que engañan a sus amigos, parejas en busca de amantes y también ese típico “No me separo de él porque no me conviene”. No debería ser, el amor, las relaciones en sí están para compartir con los demás un pedacito de ti. Nos hemos vuelto unos convenidos. Serán chicas en busca de un novio con coche y si viene con trabajo mejor. O chicos en busca de dos buenas tetas en lugar de un alma libre dispuesta a hacerles ver más allá. Cada día creo menos que vaya a encontrar a aquel que tome las riendas de este Mustang y las suelte concediéndome la libertad. Porque no hay nada más hermoso que compartir aquello por lo que todos luchamos, la felicidad. Puede ser en pequeñas dosis o en sobredosis de excitación. Lo importante es sobrevivir en un mundo de locos donde el “cuerdo” eres tú. Y encontrar a un imbécil que te acompañe, hasta donde las olas te deparen. 

 Creo que el amor es algo de dos y que no es necesario cohibir dos mundos, si no fusionarlos, dejando espacio a cada rato. Me considero una persona solitaria que no necesita de los demás, independiente, luchadora y con ganas hasta rabiar. Pero a veces echo de menos que me hagan de rabiar. A veces extraño luchar. A veces deseo independizarme lejos de este sitio al que llaman hogar.

miércoles

Never Grow up

Me gustaría (por una vez) que te sentaras frente a la persona que tan solo reconoces su cara y su espalda. Que vieras más allá y vieras que esa niña se ha convertido en mujer. Ya no hay falsas sonrisas ni un "tal vez". Va más allá de los porqués, ha aparcado a un lado el miedo y ahora va a ganarlo. Ahora sería capaz de reír sin que sea mentira, sería capaz de reconocer su ignorancia a imaginarse más lista. Verías una persona tolerante y libre, tal y como siempre se había confiado, segura de sí misma y con ganas de demostrártelo. Y sé que no te enamorarías de sus maneras, que no entenderías ni una sola palabra, que seguirías acusándola de loca y quizás algo cobarde. Ya no va de lista, ahora es fuerte. Y lo sabe porque es capaz de pasar días sin escribirte, que no pensarte, que lo hace cada dos minutos. Te sigue extrañando, te sigue queriendo como ayer y sigue teniéndote en un pedestal del que, según sus cálculos, jamás caerás. A pasado tiempo y quiere demostrarte que está bien sin ti, que no significa que quiera seguir así. Pero ha crecido, sin ti y es su mundo el que te quiere compartir.

sábado

Dope

Aprendí de una Diosa a no ser juzgada por concibir así el amor. No es locura, no es ni siquiera libertad, tampoco sumisión. Es pasión. Es amar sin querer ser visto, querer huir porque sabes que lo único que te trae es dolor. Que no quiero tocarle, no quiero besarle, no quiero que me llame. Es un romance malo, es el Judas de mi día a día. Pero en cambio no se vivir sin él. Sé que si vuelvo a tenerle entre mis brazos, no me iré sin él. Y soy esa clase de personas que mantiene intactos los lugares donde hicimos el amor, como si fueran santuarios. Por eso te juro que nunca hice agujeros con mis tacones en el sofá porque allí es donde lo hicimos por primera vez. Seguramente nadie lo comprenda y me acusen de no tener amor propio. Tampoco sería capaz de verlo así. Quizás si que es insano, enfermizo pero no creo que sea la causa de una muerte prematura. Pero a su lado me siento en la gloria, como si fuera capaz de cualquier cosa. Solo me hace falta saber que me desea para amar mi cuerpo, mi corazón, mi forma de ser. Saca ese animal encerrado en una caja de cartón que trata de asomar siempre que a nadie le da por mirar. Sé que a veces iría hasta el final. Nos odiamos, no nos soportamos y no queremos tenernos a nuestro lado. No queremos compromisos ni vernos a diario. Aunque de alguna manera, no podemos evitar extrañarnos.

Seguramente, sea yo quien le extrañe a diario. Me encantaría que un día llegara, volviera a la ciudad y me dijera que esta vez no se iba sin mi. Hay algo en los lugares donde me tropecé con él, algo en los rincones donde sudamos como leones, algo que me hace enloquecer. Me encantaría pasar horas a su lado, disfrutando de su mirada cautivada en mi cuerpo, en mi rostro, volviéndonos locos. Y quizás, el amor se describa con pasión, la estupidez de entenderse entre sábanas o paredes blancas. De chocar el uno con el otro y que no hagan falta ni las miradas. Que el amor no son cadenas puestas en nuestros brazos, es consumirse el uno con el otro, es independencia, es querer volver. Es tener una casa en el cielo pero no poder pagar la hipoteca. Es jugar como dos críos de seis años hasta agotarnos.

Es ser un tu y yo, no un nosotros. Es perder la cordura poco a poco

Y es que hemos abierto las botellas y la fiesta acaba de empezar. Prometí que ese trago sería el último. Sé que lo arruiné todo otra vez porque perdí a mi único amigo. Dios, perdona mis pecados, no me dejes porque me odiaré hasta que muera. Mi corazón se rompería sin ti, puede que no despierte sin ti. Me ha hecho daño vivir drogada por tanto tiempo, lo lamento.. .Seguiré buscando una respuesta porque te necesito más que la droga. Fumo una última calada y dos últimos arrepentimientos, tres espíritus y doce pasos solitarios. Subo por las escaleras de oro al Cielo porque sé que yo misma soy como el carbón. Lloro todos los días porque me siento tan mal por vivir drogada... Te necesito más que a la droga.

viernes

Como ella

Siempre quise ser como ella, una mujer que no conoce el mar, con unas piernas que poseen el color de las aceras, exagerada y algo bipolar. Tener ese carácter tan humilde y a la vez tan altanera, ser la  niña vieja que nunca acaba de crecer. Quise poseer sus manías, abrir las piernas por la noche a los extraños, ser la adolescente que ha cumplido tantos años. Ella es frenética, está corriendo siempre y siempre supo como crear envidia. Quise que me vieras madrugar pero que de noche no hubiese un alma que me acostase. Emborracharme fácilmente, siempre encontrando abierto un bar. Ella es caótica, cercana y orgullosa y te hará pensar que baila sólo para tí. Yo quería ser tan cariñosa y tan sentimental, acogerte, ella abre sus brazos a cualquiera. Y, aunque lo oculte, sigue siendo bipolar. Tan madrilista y a la vez tan colchonera. En ocasiones necesito serte infiel. Irme unos días, darme un tiempo de descanso. Pero al estar con otros algo empieza a arder. Y en poco tiempo necesito volver hacia tus brazos. Quería que me vieras madrugar, que enloquecieras viendome caminar por el rastro los domingos, verme corriendo frenética, con ganas de volver. Siempre quise que te enamoraras de Madrid, que te enamoraras de mi.


jueves

¿Como?

A mi lo que me gustaba era inundarme en tu silencio, donde sólo escuchaba mis ganas y tus jadeos. Un momento donde tu y yo parecíamos entendernos, a veces con edredón, otras veces con las luces apagadas. Solo a veces el sol nos molestaba. A mi lo que me gustaba es que te sonreía la cara al dormir y yo sonreía de verte sonreír.  Te miraba minuto si, minuto también mientras me las apañaba para idear el plan perfecto para romper tu sueño y que me abrazaras, para que te dejara en paz o para que me lo hicieras con ganas. Ingenuos los que dicen que recordar es vivir en el pasado. No cuando algo fue tan real, no mientras a nadie le importara. Dije que me marcharía y estaba a punto de hacerlo. Pero ¿como si duermo con una foto a mi lado para volver a vernos? Si te recuerdo cada noche y a veces te siento.

domingo

Metamorfosis

Decidió que esa noche se apostaría con las sábanas tapando la.  Quiso desnudar su cuerpo y envolverse en su calor con la intención de dormir.  Y dormir y dormir y dormir.  Pretendía de esta forma empezar de cero, de nuevo.  Tenía la esperanza de que, si la naturaleza era sabia, le permitiria realizar la metamorfosis como a las larvas. Aunque seguramente despierte impregnada en el olor del verano y nada habrá cambiado.

La montaña rusa

No me cansaré de decir que la vida es de repente.  De repente unas palabras, de repente lloras. Y lloras y lloras y lloras. En ese momento crees que es y será el peor día de toda tu vida. No lo creo. Pero ese momento es el que te hace entender que nunca seras lo que quieres. Nunca seras esa persona fuera del país inundada de sueños o esa romántica que cruzaria países solo por verle.  Seras la maldita hija de puta impulsiva que machacó su vida. La bestia que rompió almas hasta corromperlas. Seras esa persona. Y ya no volverás a ser la misma.

miércoles

Para ti

Carta para ti:

Siento haberte decepcionado. En realidad, creo que es demasiado fácil hacerlo cuando no espero nada de mí misma. Ni siquiera sé quién soy. Llevo unas semanas en las que parece que el mundo se esté encogiendo, y cada vez hay menos aire, y yo me pongo más nerviosa. Hace mucho que no lloro. Mi tristeza es una de esas que se ocultan por vergüenza. Sé que hay motivos suficientes para ser feliz, pero si me pongo a buscarlos no los encuentro. Y eso me desespera, así que ya ni me lo propongo. Ahora me dejo marchitar, como le puede pasar a una flor que no puede luchar contra el invierno. Sí que es cierto que luego llega la primavera, y de aquella flor vuelven a brotar los colores de otra vida. Han sido millones de años de evolución. A mí, sin embargo, sea la estación que sea, nunca se me ocurre recuperarme. Hoy, por ejemplo, al despertarme y mirar por la ventana, y ver el día gris que hacía, me he dicho “ni lo intentes”. Y desde entonces estoy ahogando la soledad en alguna esquina de la casa, como si tratase de adoptar la postura más cómoda con la que sentarme a esperar algo. Ni siquiera sé lo que espero. Qué putada más grande. Ojalá tú estés siendo muy feliz. O feliz, a secas. Miénteme, si acaso no lo estás siendo. Necesito saber que alguien supo salir a tiempo de esta debacle, y que hay vida después de aquí. Cuando yo me doy cuenta de que estoy condenada a quedarme, me gusta pensar que en el mundo tiene que haber un necesario equilibrio. Y que algunas personas tienen que perderse del todo, para que otras puedan apreciar lo maravilloso que debe de ser haber encontrado su lugar en el mundo. Prométeme que encontrarás ese sitio. Yo me perderé por ti, si hace falta.




En un mundo de grises

martes

Me quedaba

Soy una persona sencilla. Duermo en una cama sencilla, duermo con ropa sencilla. A veces directamente sin ella. Me gusta dormir acompañada aunque no sepan. Trato de ser sexy mientras duermo aunque acabo pareciendo un perro. Pero me encanta que me miren y deseen mi cuerpo, me gusta que me acaricien y los besos. Soy una persona sencilla con sueños complejos. Porque me gustaba el calor de tu espalda y creo que ya no lo recuerdo.  Y me gustaba que me cogieras con ganas como si no me fuera a quedar mañana. Y me quedaba, hasta a veces trasnochaba para desear volver a verme en tu cama.

lunes

La rueda del deseo

Epicuro ya dio sentencia al hablar de la rueda del deseo, una teoría vigente incluso en nuestros tiempos. Ni contigo ni sin ti, sufro por estar contigo pero cuando no estoy contigo sufro por no tenerte, y siempre así. Por sólo me vuelvo sumisa del tiempo y que el, el destino o quien este al mando tome las riendas de mi camino. Por que olvidarte es imposible, no hablarte una condena y tenerte mi predicción. Así que aquí estoy a ver si me libro, si bebo por fin de la fuente de la juventud y me hago libre de tus brazos presos. Y tu cautivador recuerdo, tu maldito olor....

viernes

No hay mayor mentira

No hay mayor mentira que la de mis labios. Se que esto se esta extinguiendo desde el momento que te fuiste a kilómetros de aquí, esto no es una forma de vivir. La pasión que tu me dabas se ha convertido en mi necesidad, me malacostumbraste y ahora no soy capaz de encontrar un cielo parecido. Sólo sueño, esperó, deseo luchar contra ti, que hagas que me retuerza, que grite, que te quiera. Solo te imagino a ti y tus malditas manías de disfrutar viéndome sufrir. Entre tus brazos y la pared, Muriéndome de ganas de sentirte. Soy incapaz de mirarte a los ojos y no imaginar tu cuerpo oprimiendo mi piel. Y yo me acerco, me acerco... a ver si te toco y me haces enloquecer. Pero tu te alejas, te alejas... y ya no se que hacer.

Quiero que te marches otra vez

jueves

Si quieres yo te cuento...

Son muchas veces las que pienso en el tiempo que perdimos juntos. Y seguimos perdiendo. Recuerdo cuando me dijiste que querías conocer el cielo de otras mujeres, que no tenías ganas de perderlo pero que no podías seguir así, que querías vivir. Aún sigo tratando de explicarte que son cosas que pasan, que todos tenemos dudas, que todos nos imaginamos a veces, yo me imagino a veces y no exactamente contigo. A veces uno no sabe si necesita huir o vivir, yo sé que si tuviese que huir, huiría contigo.


Sabes de sobra que mis puertas están solo abiertas para ti.



A veces se rebelan los sentidos y sacas tu instinto animal, todos pensamos de vez en cuando en lo prohibido, en escaparnos con un extraño a un hotel. Nadie debería ser juzgado por ser humano. Un día de estos tendremos que vernos a oscuras, la piel no conoce otra forma para ir resolviendo las dudas. Yo sé que solo es miedo, tú intentas arrojar el corazón por tu ventana. Lluchar contra el deseo en plena madrugada es como intentar que Dios conteste una llamada. Tu piel me la regalas, el alma continúa anestesiada.

Si quieres yo te cuento las cosas que te pasan cuando abres al amor dejando la cadena echada. Comprobaras que todas las cosas que no hacemos después son esas mismas cosas que echaras de menos. Quiero follarte lento mirándote a la cara, leer tu cuerpo en braille con las luces apagadas. Quiero que entiendas esto si ya no entiendes nada,  “Amor” es la palabra que resuelve el crucigrama. Y es que un día de estos tendrás que ir bajando la guardia y permitirme castigar tu cuerpo para que al final no quede nada.

Está bien pa' ti

Me da miedo olvidar tu rostro, el tacto de tu mano acariciándome por las mañanas, tus ojos somnolientos tratando de descubrir mi cara. De verdad que tengo miedo. Aún recuerdo esa noche en mayo donde volvimos a empezar, donde nos encontramos como dos leones jugando en el sofá. Me acuerdo de tu cara dormida y que me asustaba despertarte porque pensé que jamás volvería a ver ese rostro, esa expresión que para mí generaba tanto amor. Estaba muy cómoda con tu mano en mi cadera, aferrándose al hueso como si tuvieras miedo de que me fuera a marchar.

Tengo miedo de olvidar el olor de las escaleras que me llevaban hasta tu habitación, a veces a escondidas, a veces corriendo como dos niños, aquí te pillo, aquí te mato. Quiero volver a enfadarme, quiero volver a salir con la cara frustrada porque se te olvidó hacerme el amor por la mañana. Quiero que vuelvas a recordarme lo que era estar encaprichada. Y quiero que lo hagas aquí y ahora. Que vuelvas a sujetarme con fuerza mientras me resbalo de la encimera y que, poco a poco, me entiendas...

Me da miedo entender el porque porque sé que pasarán los años y quizás, me lo siga preguntando a diario. Pero sé que obtener la respuesta desencadenaría tu perdición. Estoy segura de que ni tu mismo lo sabes, que no lo entiendes, que no lo quieres. Y quizás así todo esté bien. Está bien pa' ti.