Coge tu copa y sígueme, hoy vas a conocer un mundo que jamás has visto y ¿te digo una cosa? Te vas a enamorar de él, conmigo, enamórate de mí que estoy aquí contigo. ¿Alguna vez has visto la plata reflejada en el mar? Siempre has vivido enamorada del oro que habita en el sol sin dejarte llevar por los zafiros del cielo ni los rubíes de los corazones. El mío es de hielo pero puedo bañarlo si quieres en bronce y así hacer más bello todo lo que tengo. También puedo adornarlo con flores, rosas no, que están muy caras, pero caminaré horas por el campo hasta encontrarlas. Puedo envolver en viento las horas que paso pensando en ti y si quieres, te presento algún bicho que te enseñe a bailar. Así pasaremos las noches imaginando que caen diamantes en este paraíso que juntas creamos. ¡Báilame ahora que no hay agua! Que ahora está de moda y vamos a contracorriente. Créame la suerte de poder conocerte y ofrecerte algún que otro suspiro perdido. Las lagartijas hablan y no sé si aún no te han revelado el secreto, verás, son muy charlatanas. Y es que te quiero, ¿Te lo puedes creer? Pasaría horas en las azoteas de Madrid solo para verte reír. Aún quedan oportunidades para el amor en este corazón y si te deja de latir, tú tranquila, que siempre tendrás el mío, que yo no lo necesito ni para dormir.
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