-¿En serio?
-Estaba equivocado
-¿Estás borracho?
-¡No! Pensaba que Stefan se había ido, pero me equivocaba
-¿Lo has visto? Damon ¿Está bien?
-No, no está bien, Elena. Es un mártir insufrible que necesita una patada en el culo… Pero no puede ser salvado.
-¿Qué ha ocurrido ahí? Has cambiado de opinión.
-He cambiado de idea porque incluso en su lugar más oscuro mi hermano no quiere que muera. Así que me imagino que le debo lo mismo a cambio. Te ayudaré a traerlo de vuelta.
-Gracias
-Pero antes necesito hacerte una pregunta ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
-¿Qué quieres decir?
-Estabas obsesionada con quedarte allí y luego simplemente te rendiste ¿Qué te ha hecho cambiar de idea?
-No estaban atacando, Damon
-Tienes una mochila llena de arma y un profesor con un anillo de eternidad. Podías haberte quedado.
-¡Era demasiado peligroso!
-Era demasiado peligroso salir, para empezar, así que ¿qué era?
-¿Por qué eres de esta manera?
-¿Qué ha cambiado tu mente, Elena?
-¡No quería ver como te hacían daño! ¿Vale? Estaba… estaba preocupada por ti
-Gracias.
-Sí, me preocupo por ti ¿por qué necesitas oírmelo decir?
-Porque cuando arrastre a mi hermano del abismo y te lo traiga de vuelta, quiero que recuerdes las cosas que sentías mientras el se había ido… Buenas noches, Elena
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