martes
Sentimientos
La vida tiene estas cosas. Enfados, alegrías, penas, reencuentros. Todo ello sentimientos ¿Cómo lo hacemos? Odio, rabia, amor, deseo, cariño... Ellos también van enlazados. Donde hay amor surge odio y donde hay odio deseo. Nos centramos en querer descubrir lo que esconde el alma pero pienso y creo, ¿No es alma lo que expresa el físico? Quiero decir, Para eso tenemos cuerpo, para expresarnos. Al fin y al cabo el alma, el corazón es eso que se esconde bajo kilos de masa y se abraza a los huesos. Dicen que el corazón no solo es el órgano más importante de nuestra estructura si no que también es allí donde se almacenan los sentimientos. ¿Qué sentido tiene eso? Romanticismo... Eso no existe, es decir, no existe una descripción exacta de lo que es. Decir cosas bonitas, ser amable, respetuosos, hacer cosas de cuento... eso es solo un perfil Para mí el romanticismo es aquello que te impulsa a hacer cosas que nunca creías poder, solo con esa persona, si es que existe. No es amar y ser correspondido, eso es lo de menos. Son las aventuras, los sueños, cualquier cosa que sale del texto. Eso, es romanticismo, eso es lo que yo veo. No quiero flores que luego se secan ni que me regalen la luna, tampoco quiero que me digan que las estrellas me envidian, yo solo quiero escuchar que soy bonita y que lo soy aún más cuando sonrío, sobre todo gracias a él. Y yo prefiero que me regalen aviones de papel para que vuelen alto por el cielo y caigan en un arroyo que les lleve lo más lejos, no quiero diamantes ni dulces para emborracharme, quiero un anillo hecho de madera que verifique que es cierto el para siempre. No quiero cenas bajo la luna llena rodeados de velas, quiero una noche en el parque, junto al estanque con dos botellas de cerveza. Quiero lo simple por qué allí está la magia. Pero ahora... ahora no quiero nada, ni príncipes que asalten mis murallas con sus caballos blancos ni caballeros que no me puedan ofrecer nada. Ahora quiero enamorarme de las gaviotas que vuelan a otros nidos, quiero que los únicos brazos que me mezcan sean los del viento y las únicas lágrimas que quiero presenciar son las de la lluvia. Ahora sí, pueden decir "me enamoré de la chica de hielo".
Y no me eches de menos que el recuerdo es un veneno, yo vivo en la soledad con tanta gente que me da miedo. Siempre nos quedará un alto el fuego, una bandeja de plata y un mar de cristal y un par de besos ante el espejo y un rostro nuevo como zapatos viejos.
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