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Busquemos entre los escombros del mal, rebusquemos en las entrañas de algún animal a ver si encontramos un juego del azar. Inmortalicemos los errores para que nos puedan enseñar mientras caemos y caemos en algún vacío sin vuelta atrás. Amemos a quien no lo merece, juzguemos los hechos y las miradas para hacernos sentir mal, vayamos en contra del mundo que el pasado no quiso volver a pasar. Voy a recordar la ausencia de un perfume mientras me encierro en una bola de crital. No, no me da la gana. Vamos a trepar por las holas de los árboles aunque alguno se caerá. No iré yo a salvarle, que los necios no valen igual. Como mucho, te ofreceré una copa de vino mientras me corto con el cristal. El whisky sin hielo no está bien bien servido porque la condena empieza a caer.