No sé lo contaré a nadie. Nuestro secreto.
lunes
Me paso todas las mañanas enredada en las sábanas de tu piel, inhalando la oscuridad mientras busco tu mirada, ¡qué casualidad! Buscas la mía. Que no entre la luz, que no moleste nadie, hazme un poco más de cosquis, abrázame, cruje mis huesos entre tus brazos y sigue así, sonriendo. No te vayas, y si lo haces, prométeme que volverás, como te prometo yo cada mediodía con una sonrisa y el secuestro de una gorra. Otra vez, ¡besame, joder!
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