No puedo dejar de olvidar cuan egoísta es el ser humano. Si lo hubiese recordado, ya hubiese cambiado. Pero me sigo compadeciendo de un pobre y no de aquel que me saco de la pobreza. Sigo sin entender como llego al mismo extremo en un único parpadeo, como me duele no tenerte y aún así puedo verte. Será pura convivencia yo no entiendo tu pesimismo y tú no entiendes mis ganas de vivir. A veces solo pido un poco de confianza, que me enseñes a amar, quitarme el egoísmo y que sepa contarte. Que entiendas que soy de esas a las que les gustan los tatuajes y la típica niñata que solo piensa en sus amigos. Egoísta, diría yo y cada vez me doy más cuenta. Pero por favor… protégeme pero no me cortes las alas, que sangran y el simple dolor rebotará en ti provocando lágrimas. Yo sé que si hoy me di un baño no fue por recordar el mar, fue como hiciste tu, para que se mezclara con el llanto y nadie te escuchara.
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