Dame, ¿Qué tienes? Un poco de inspiración y una vieja canción… De esas que hablan de un viejo amor que no sobrevivió a nuestros golpes y traición. Te la presto con una condición: Entrégame todo lo que tienes incluida tu felicidad, deposítalo todo en mis manos y camina ciega fiándote de mis actos. Tentador, sin duda, injusto, malvado y manipulador. Un trueque sin plazo y sin sentido, no me sirve tu préstamo por un cambio ridículo. Además, caminé ciega agarrada a una mano que me soltó, ¿Me cotiza? No. Quiero que tú ahora me mires y digas que aquí, entre nosotros, hay un tesoro, pero que tanto tu y yo tenemos miedo a lo que pueda surgir, ninguno se ve capaz de levantar esa pesada tapa y rebuscar en su interior. Yo quiero dar un paso, quiero vivir de una utopía pero con el tiempo, hacerla real.
miércoles
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