Atrévete a abandonar tus vicios como abandonas día a día las sonrisas que vas dejando a tus amigos. A veces incluso se las doy a desconocidos… Los vicios son caros, algunos malos, prácticamente todos pero allí, señoras y señores, está la magia. ¿Quién no tiene como vicio que le acaricie el sol la cara? O respirar… es otro vicio, barato y además sano pero siempre caminas con ese mono de querer más. Al igual que captar algo tan inmenso como es el humo, cerrarle la puerta con los labios y respirar, Notar como asciende e intenta escapar. Me gusta esa sensación cuando estoy incluso a solas, tomando el aire fresco, evadiéndome de mis principios y olvidando sus besos. La vida vista así es más bella, también imaginando que la primavera está al llegar y con ella la sangre alterada, hormonas revolucionadas, se juntaran con los labios el frío del invierno y su enemigo el calor. Algunos pasearán enamorados cogiditos de la mano mientras personas como yo les miramos amargados, pero, siempre hay un pero, y esta vez mi pero habla de que nacerá en mi ese sentimiento y no irá ligado a ti. Tengo la sensación de haber encontrado ese mejor amigo que tanto buscaba, ahora, me hace falta acomodarme y curar esa mitad que me falta porque te he querido, no sé si atreverme a decir que te he amado y tu por no sé cuanta vez consecutiva me has matado. Tuve suerte de no haberte entregado ni la mitad, a algunos les entregué menos y sanó primero pero la mitad es mucho y duele, ahora, tiempo, por suerte mi otra mitad sí que puede amar. Los ama a ellos, no sé qué obsesión tengo con sus abrazos y los miedos que me entregan juntos a sus besos, pero los amo, y no tengo miedo a admitirlo. Ahora, mi querido amante, que me devuelves la sonrisa tras esta caída, acércate y dame un beso, túmbate aquí a mi lado que el café y los cigarrillos saben mejor si es contigo.
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