Hay cosas que pretendo no entender por el mero hecho de no perder el tiempo buscando un por qué. Ya pierdo suficiente tiempo mirando a través de la ventana, apoyada contra el cristal mientras indirectamente me aferro a mi jersey de lana. Y tampoco hace tanto frío. Tengo una ligera sensación de que estoy volviendo a aprender, como cuando naces, todo es nuevo y tienes que saber llevar las cosas tu solo o con alguna pequeña ayuda de tus padres. De vez en cuando sonrío solo de pensar en que hay pequeños detalles que no han cambiado, bueno, pequeños detalles que sólo tú conoces y los demás ni siquiera pueden imaginar. Es tan maravilloso pero triste a la vez tener que guardar esta sensación y no poder hablar por miedo a que se malinterprete todo. O quizás no por eso... Cambiando de tema, aún recuerdo a esa bella damisela caminando por la plaza de oriente con un vestido rojo, no sé como lo hizo pero me enamoró. Quizás por soñadora pero cielo, los tiempos son difíciles para soñar... Pero me da la sensación de que eso ya da igual, soñar es un placer y nadie nos lo puede arrebatar, ni siquiera el tiempo, ni siquiera si la situación se ve complicada. Nunca deberíamos dejar que las cosas fueran más allá. Pasaría el tiempo mirando a la gente pasar, envidiando a los pájaros por poder volar. Y yo aquí, con mi taza de té calentándome las manos y echando un sueño más enredado en hilos de colores al cajón. Quizás este se cumpla, o no.Recuerda, si tú eres un pájaro, yo también lo soy.
Just the way you are...
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