lunes
Mal acostumbrada
Todo el tiempo libre como una cometa loca y el que somos dentro con ganas de irse, tu cuerpo dolor de seda. Se convierte en aire a menudo lo que toco y si miro a gritos oigo a multitud de nadies, tu dolor es cuerpo en vela. He sido acusada de perder la cabeza y me he declarado culpable parcial, tan amoratado cuando me besas que en ofensa propia he dejado de amar, mal acostumbrada a no tener el sueño desflorado, a no querer estar en otro lado, a no vivir perdido de tu mano y a seguir volando por todos los tejados, ya me cansé de quitarme el sombrero, ahora me baño en los charquitos que encuentro por el suelo y pongo fin al feudo del te quiero, te entrego los esteros y las marismas de mi pecho. Si me entra en las venas el sabor de lo que espero nunca me dirán los cielos el color de mis cadenas, tu cuerpo calor de seda. No existen colores solo existe el alma quieta y en vientres de espera resucitan los amores, tu dolor es cuerpo en vela
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