El otro día buscaba una salida y aprovechando que el ordenador estaba apagado busqué una medida desesperada. Un cuaderno, un viejo cuaderno en el escribía una vez cada cuatro meses y a veces incluso ni eso. Pero al sacarlo cayó uno más y este era más nuevo. Olía a viejos recuerdos, a felicidad, ausencia de nostalgia pero podía presenciar la melancolía y las horas que pude llorar. Apunté cada acto, movimiento durante muchos días y prácticamente a todas horas con el fin de poder encontrarme a mí misma y entender un poco más quien soy. Solo encontré sentimientos claros y algunos distorsionados, recuerdos ya muerto he incluso personas. Pero una cosa estaba clara, sentía demasiado amor, amor hacia esas tierras. Polska.
viernes
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