¿Sabes? Ayer la vi sonreír, me sentí tan privilegiada que hasta quería robársela. Era tan hermosa, te lo puedo asegurar, si la hubieras visto no podrías evitar enamorarte una tras otra vez. Pero su sonrisa estaba rota, entró conmigo a la tienda y se echó la misma colonia que yo, nostalgia, que gran error. Pero ¿sabes? Fue sincera con ella misma y con el mundo entero entregándole todos sus miedos a los cielos de Madrid. Ayer la odie ¿Sabes por qué? Porque le hizo una pequeña brecha a mi piedra, y aunque fuera pequeña pudo asomar algo de luz. Pudo ver mi alma desnuda, todos y cada uno de mis sentimientos. Presenció toda la rabia que estaba acumulando en mi cuerpo, se sobresaltó con cada una de mis maldiciones, y por suerte no vio rodar mis lágrimas recordándole a él. Pero lo sabía todo. Sabía que haría cualquier cosa por volver, por pedir a gritos una oportunidad, estoy segura que notó mi alma a punto de derrumbarse de dolor, con cada latido roto y el continuo malestar. Pero hay mucho más. Ayer, sin duda, quise protegerla, quise prestarle mi aura de piedra para que dejara de llorar, abrazarla no era suficiente por lo que la besaba la frente. Me hicieron daño sus palabras. No tiene ni idea, es una ingenua. Yo, si tuviese la oportunidad, le daría un beso de buenas noches cada día, la abrazaría al mínimo segundo de derrumbarse, la cogería en cualquier momento, si tuviese la oportunidad de ser TÚ, cogería sus manos y las besaría inhalando su bello perfume a sinceridad, la haría bailar con su precioso vestido bajo la Luna en las calles de Madrid. Porque vale mucho, cree que solo le han mostrado lo contrario. Si supiera la de cosas que haría simplemente por poder ver su sonrisa día a día para que no me incitara a robársela… Si pudiera ser tú, le daría todo ese romanticismo que esconde esta piedra, sacaría lo mejor de mí, de ella… La diría cada dos horas que es BELLA.
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