Tengo la cabeza con tantos nidos que cuando quiera puedo echar a volar
lunes
The night
Noche destetada, niña despintada de azules. Yo no sé si tuve úteros de paredes blancas, Virgen desahuciada llora por caminos de barro me baila tu paso y que lleves ropa mojada. Tengo la coartada para encarcelar toda duda que nunca haya mucha carne para darle pomada. Tengo los bolsillos tan llenos de cigarrillos que no me cabe la necesidad, tengo la cabeza con tantos grillos que cuando quiera puedo echar a volar. Y de dónde salen siempre tantos corazones rotos si en lugar de tanta muchedumbre somos una flor, que la luna está cansada de ser el amor de todos, el que quiera carne que se queme y que regale un sol. Tengo un lecho de amapolas que es como estar desnudo en el mar y un universo de olas que garantizan que mi corazón no pase más una noche a solas. Tengo un cielo de las sobras de despertar desnudo en el mar y el corazón sigue en obras con los pilares en reconstrucción cada vez que tú los mojas. La lluvia dorada que es para tu cara las nubes que nunca se nuble el brillo de tu mirada. Ya tengo saciada para algunos días la lumbre si puedo acostarme sobre la miel de tu espalda
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