Me resultó tan extraño. “Es normal que quieras desconfiar”. No es normal, no es que quiera. Es la única salida que mi cabeza me permite. Porque si cierras los ojos verás que es totalmente lógico, que odie, que ame, que tenga necesidad de ti, que no lo quiera admitir… Las personas no cambian, lo sabes, son siempre igual solo que su vida a veces les da motivos para hacer algo distinto y todos recurren a la mima opción: Cambiar. No puedes cambiar radicalmente lo que eres. No es que las personas cambien, es que ahora te das cuenta de características que nunca habías visto, estabas cegada por el amor… por qué él era perfecto. No existe la belleza. Nada es bello, ni siquiera lo inimaginable. Somos seres equívocos de los cuales salen diferentes teorías. Háblame del ser ¿Qué es? Masa, palabras, inteligencia, ser es tener una presencia, cualidades… No lo sé. Sufro de males, ¿Tú crees? Sufro... No, sufro de decepción. De todos, de mí. Ante todo eso. De ser la estúpida que comete intentos fallidos de hacer lo correcto. No me siento orgullosa de ello, siento decepcionarte pero creo que nunca verás el día en el que me abra de verdad. Nada es bello, nada es perfecto ¿ves? Hasta amor se escribe con sangre.
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