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viernes

Algunos tienen la mente tan abierta, que frecuentemente se les cae. Errar es humano, pero echarle la culpa a otro, es más humano todavía. Pues que todos los días lo mismo. Ridículo sería decir que vivo rodeada de idiotas cuando la primera soy yo, pero es más fácil vivir así. Todos estúpidos y que se rían de mi. Todos culpables y sin corazón. Vivo en una especie de ciencia ficción en la que disfruto agarrando corazones rotos, entre mis manos, y estrujarlos fuerte hasta que derramen la última gota que les queda. Con rabia, que duela, pero despacio, poco a poco que se saborea mejor. Qué ingenua soy ¿Verdad? O en realidad...¿Soy un genio del mal? Sería más factible, quiero decir, tendría más sentido. A veces creo que no tengo ningún fin. Por lo menos no soy una completa inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo. Soy esa clase de mujer, esa clase de persona que los demás saben que no conviene. Resulta que debería vivir aislada antes de que alguien saliese herido. A algunos les excita, cosa que no sé si me asusta o me atrae dos veces más. Inútil no, desastre sí. La mujer que no tiene suerte con los hombres, no sabe la suerte que tiene. Y es que a veces bebo para hacer mas simpáticas a las otras personas. El alcohol mata lentamente, pero no importa, no tengo prisa. La culpa la tiene él, que me arrastró a la bebida, y nunca tuve la cortesía de darle las gracias. Mi plan es vivir eternamente. Hasta ahora lo estoy cumpliendo perfectamente. Seguiré quejándome hasta entonces. ¡Malditas bestias! Quiero acabar ya. Pero es que intenté suicidarme y casi me mato. Qué triste. Valgo más que todo esto, quizás no como persona, que ya sé que soy mala a rabiar, que debería desaparecer del círculo vital y hacerle un favor al mundo. Aunque el mundo necesita gente inepta que critique, despotrique y manifieste su insensatez. De verdad, el mundo se esta quedando sin genios, primero Einstain murió, luego Beethoven se quedo sordo y a mi me duele la cabeza. Seguiré el consejo de siempre, no ese de "siempre que se cierra una puerta, se abre otra. Hay dos palabras que te abrirán muchas más puertas: “Tira y Empuja”.

miércoles

Ya no éramos tan jóvenes cuando decidimos vivir. Dejamos a un lado las lunas, pasamos de las noches y no volvimos a sentir la nariz fría. Y yo sentí la necesidad de irme, ya que aún estaba a tiempo. Pero me quedé. Será que me hiciste sentir joven otra vez. Será

martes

Casi amanecía cuando toda la alameda me aplaudió cuando mordía más al sur de su cadera y ahí me vine tan arriba... y no es verdad el "te quiero" de papel, escrito con las ansias de dormir con ella.

jueves

Y sigas sin saber que es amor

Por mi, por ti, adiós por mi primero, por ti después, adiós, vas a estar bien, ya verás como habrá otro más, y otro más, y otro más... Alguien habrá, digo yo, queriendo vivir en una casa encantada. El caso es que me canso de pensarte a cada rato,  de llorar oyendo a Extremo,  de sentir miedo al silencio de este hogar,  de nadar, de follar sin tu luz, de la cruz de tu ropa en mi tendero, no me acuerdo de que más.  De hecho no recuerdo qué es felicidad.  Vete ya, que te quise a morir y me muero-   Vas a ver que bien vas a estar sin mí rodeada de gente que te llame guapa, contando monedas para coche y casa. Vas a ver que bien, cuando asoma el gris a ese pelo negro que todo lo era. Vas a ver que bien, vas a estar sin mí 23 de junio saltando a la hoguera, quemando recuerdos, perdiendo paciencia. Vas a ver que bien. Y sigas sin saber lo que es amor. Por mi, por tí, adiós.

miércoles

I will always want you

El tiempo pone a cada uno en su lugar. He llegado a creer que esa frase construyó los pilares de mi cama de tanto escucharla. El tiempo, tan lleno de silencios y gemidos, palabras y rotaciones al sol que parece que va a venir y ya se ha ido. El tiempo, que no se pierde, que siempre es presente, que es el terciopelo de la muerte, que no se puede conceder, que es concedido y el tiempo, que da de beber las noches en que sueño y de mamar a los relojes del cielo, y el hombre que mata el tiempo hace un suicidio. El tiempo, que va, que viene, que si, que no, que campa y llueve en tu corazón. El tiempo que quiere tener razón. El tiempom que no es más que el tiempo que se va en las caladas de mi pobre corazón. El tiempo que no es más que una excepción vital en el silencio de tu pobre corazón. Y de tanto tiempo, de tanto privar, me he privado de verte. Es imposible luchar contra corriente, es incoherente. A estas alturas me sigue pareciendo cruel pues mis palabras nunca fueron claras y no hablemos de eso que a mi corazón ablanda. Me he proclamado hija de puta suprema, mi madre ha llegado a llamarme reina de la codicia y que no hay quien me quite mi suerte. Han visto en mi una zorra mala, yo solo quise hacer el bien. Y pasa, ocurre cuando buscas eso que en realidad sabes que no quieres. Errar es de humanos, todos tenemos derecho a equivocarnos mil y una vez. Pero esto no tengo que explicarlo, no a nadie que lo exija aún sabiendo que nunca me perteneció. No quiero teatro, no te atrevas a decir que simplemente me fuí, sabes que siempre te querré...

domingo

La vida me ha brindado una oportunidad: soy feliz. Por un momento he rodeado con la punta de los dedos la felicidad. Me recuerdo en esta misma noche, queriendo arrancar un coche diciendo "voy a ir hacia allá". ¿Buscando a quién? Esa es la pregunta. Nunca, sabiendo que había reunión me hubiese acercado. Hubiese preferido un momento a su lado. Y lo hice, claro que lo hice. Cuando una persona tan importante en mi vida me miró y me dijo "le amas". Y yo ya tenía los cables tan cruzados que le iba a plantar cara a la realidad. Estar cerca de la casa a quién yo "amaba" para encontrarme una vez más con el que yo "quería". Bendito el momento en que la vida, o él, quiso darme la oportunidad de abrirme. Hay veces que hablar, filosofar, divagar se hace complicado. No cuando sabes que realmente, cada vez que escribías, escribías a la persona equivocada. Cada vez que soñabas, soñabas con otra persona. Y que le jodan a los prejuicios, al pasado y a los errores enmendados. Que puedo parecer una tómbola pasando por las manos de todos y otras. Pero te das cuenta que entregarías todo tu ser a fuerza plena por un "quédate".

sábado

Imagíname feliz, imagínate un desliz sobre un tapiz. Ese es el recuerdo que quiero que conserves de mí. Nada de llantos, ni esos malditos "perdóname por odiarme". No me veas como aquella persona que quería huir, necesitaba salir de aquí, me estaba volviendo demasiado cuerda. No lo entiendo ¿Qué te molesta el vivir? Vamos a hablarlo que de esta manera solo se puede morir. Sé que mis contradicciones acabaron contradiciendo tus sentimientos. Tu tan "hago lo que siento en el momento" yo tan "hago el momento por que lo siento". Pero nunca quisiste ver más allá. Ni lo harás. Seguramente nadie lo haga, ¿no? Para que buscarle tonalidades al gris si podemos decir "claro" u "oscuro".  No sirve de nada divagar entre las esquinas de la memoria, la mente no está diseñada para soñar. No en esta vida que decidimos vivir. Supongo que será como esos versos que nadie quiere leer, las notas de un piano que nadie sabe tocar, la filosofía de un viejo cuerdo que acabó con su vida. Siempre quise tocar las estrellas y me hace feliz mi ingenuidad, las tengo en el techo de mi cama, tan brillantes, tan incandescentes... Me hace feliz verlas antes de acostarme, aunque no sean de verdad. Y ya estoy desvariando. ¿Qué hago? ¿Hablo de amor, desamor, estrellas, recuerdos? Me estoy volviendo loca por momentos.. o quizás no. ¿Por qué carallo mi mente tiene que ser tan fugaz? Me vienen tantas cosas a la cabeza y realmente no soy capaz de plasmar ni una. Solo hablo de todo pero no hablo de nada. Creo que me gustaría estar colocada. Extraño ese momento de paz que solía tener tras varias caladas, como parecía que la sangre no se me oxigenaba. Por lo menos dejaba de pensar. Si es cierto que soy una persona sentimental y que estoy necesitada. No en ese aspecto, seamos claro. Pero si necesito un roce, un abrazo. Y lo escribo mientras mi gato, con la cabeza medio colgando escucha el latir de mi pecho y encaja su pata entre mis dedos. Siempre me fascinó la inteligencia de los animales ¿Qué clase de inteligencia? Eso que yo no puedo hacer. La capacidad de crear vínculos, afectos y sentimientos. Pero únicamente lo hacen al ganar confianza, cuando pasan meses y años, y saben que esa persona nunca se irá de su lado. Agradezco esas tardes de verano en las que cuando él ya no estaba, cuando se ausentaban las siestas mientras yo le acariciaba la barba, venía el maldito felino a hacerme compañía. Le sustituía en mis siestas (nuestras siestas). Y se lo agradezco. También le agradezco la compañía en noches como estas, en las que seguramente acabé sin dormir, llorando, seguramente. Nunca tuve trastornos de sueño. Hasta que te conocí. Hasta que decidí pasar las noches en vela por verte dormir.

martes

Tic-tac. Escucha al reloj. ¿Qué dices? Ni caso. Que te impongan unos horarios no significa que tengas que adorarlo. Hay tiempo para todo incluso cuando el tiempo te niega tiempo. Voy a volar ahora que creo que me lo merezco, sigo en pie, como dije el uno de enero.

sábado

Quería concluir en por que le doy tanta importancia. Es decir, ¿qué pretendo? Que bien se está ahora. Cambiando cada día de pareja, bueno, no literal, tener pareja para ciertas actividades, otra para cenas, otra para patinar. Y así. Me gusta. ¿Para qué quieres un novio? Me preguntaban el otro día entre copa y copa. La respuesta, obviamente era que yo no quería un novio. No lo quiero. No quiero "un novio" y tampoco "el novio". Quiero a la pareja con quien me pareció creer que compartí una vida y media. La quiero en mi vida, me da igual de que manera. Pero extraño todo aquello. O quizás me esté confundiendo y esté viviendo de un recuerdo. En sí, me es indiferente, no estoy perdiendo mi tiempo.

domingo

Pienso en aquella tarde . Yo que soy un animal, que no entiendo de nada, que todo me sale mal. Te tuve cien días, dentro de mi cama, no te supe aprovechar. Ando perdido pensando que estás sola y pude haber sido tu abrigo,  cuelgo de un hilo, rebaño las sobras que aún quedan de tu cariño. Yo que me quiero aliviar escribiéndote un tema diciéndote la verdad cumplo condena por ese mal día haberte dejado marchar. A ti que te supo tan mal que yo me encariñara con esa facilidad,  me emborrachara los días que tú no tenías que trabajar. Era un domingo, llegaba después de tres días comiendo el mundo. Todo se acaba, dijiste mirándome,  que ya no estábamos juntos. Yo pienso en aquella tarde cuando me arrepentí de todo. Daría, todo lo daría por estar contigo y no sentirme sólo.

sábado

"Move on". Esas fueron las palabras que me dedico mi apreciado amigo. En ese momento pensé, "joder, en qué momento decidió aparecer en mi vida". Es verdad, hay días en los que sé que las clases no valen tanto y soy capaz de ir solo para verle un rato. Aunque el día en que me tire por las escaleras acabaré arrepintiéndome. El caso, es que ahí estaba sentada yo con ese tío de treinta y dos años hablando sobre la vida. Me hizo pensar en eso de la edad. ¿Cuánto tiempo tenemos para disfrutar? Y con quién decidimos disfrutar? Mencionó algo sobre puntos y aparte, puntos seguidos y finales. "No está cerrado" dijo. Y no lo estará. Tras sorpresas y debates me sentí algo mejor. Esa misma noche celebré que las cosas se estaban animando. De vez en cuando pienso que saco de todo esto. O mejor dicho, que pretendo sacar de todo esto ¿Acaso merece(s) la pena?
Me encanta improvisar. Y más cuando de verdad consigo cumplirlo. Es muy curioso como una conversación resentida en la que se involucran piques, algo de odio, algo de deseo, hace que de repente acabes con un billete de avión en tus manos. Me gusta la idea de marcharme. Sé que este viaje va a ser único, no sólo por la ciudad, no solo por la persona si no que sé que va a ser esa clase de viaje que me gusta a mí. Repleto de aventuras, improvisación, sábanas enredadas y perdidos por las calles. Aunque ahora mismo hay que concentrarse. Todo llegará.