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sábado

Tengo las de perder

Sweet Youth. Volvíamos juntos de volar por las calles de Madrid. Y decías que estabas atento a cada una de mis palabras Verborrea descomunal la que nació de mis entrañas. Te recuerdo... Tenías ese tono de piel tan pálido que no pegaba con mi color canela. Pero nos encantaba la canela y las noches de Navidad.

No podías ser perfecta (no pretendía serlo). La perfección es algo tan ambiguo que no querría serlo. Porque me da miedo la locura que podría beber. Me da miedo que solo sea mi risa. Por eso decidí ser fantasma, cómo siempre me has encontrado. Estaba, pero no estaba. Por eso no estoy. No me gustaron nunca los juegos de azar. Y no me lo voy a jugar todo a una carta.

Lleva un rato intentando llover, 
ya me conozco ese nudo en la garganta 
que tienen las nubes. 
Me sentaré aquí a ver como sucede 
y me juraré una vez más 
no despedirme de mí 
sin no hacerlo antes de ti. 
Que siempre se me olvidan los modales fuera de casa. 

Y querré cerciorarme a que sabe el abandono de unos labios 
y un cigarro consumido hasta las letras. 
Cómo un sábado puede pasear un paisaje tan triste.

  
Ya llueve, 
y las gotas se estrellan contra el cristal, 
pero al fin y al cabo 
son lágrimas que no dicen nada, 


¿verdad? 

Y que nunca lo harán.


He aprendido a perder

jueves

L

Eres todo mentira. En un momento desesperado por no abrir la herida. Cómo el que corre a un aeropuerto para que no coja ese avión. Y lo cogen. Por cobarde. Yo estaré loca pero el lenguaje de mi mirada decía algo más. Tenía un motivo por el cual estar loca. Lo aposté todo, creyendo las palabras que desperdiciaron tus labios. Es tarde, pero por fin sé que era todo mentira. No sé si me alivia o me duele más.



miércoles

Helena quería arder y con ella Troya. Helena ardía y a mí me ponia. Helena quería vivir mientras moría. Y yo, simplemente pensaba en Helena.. Que me sucumbía 

lunes

Mark my words

Que tú no lo entiendes. Creo que nadie lo entiende por el mero hecho de que sois demasiado simples. O yo demasiado destructiva. Quién eres tú para hablarme a mí sobre mí, que convivo a diario y sé cuales son mis fallos. Crees saber cómo soy, cómo me comporto, hasta cuánto peso. Deberías saber  que me entristeces, me entritecéis porque lo echáis de menos. Claro que estaba bien ser sumisa, de boca callada y sonrisa bonita. A mi también me gustaría que me dieran la razón y me vieran cómo un Dios. Pero toda belleza deja de ser bella si sus actos demuestran lo contrario.

Echáis de menos el sexo, la risa y sobretodo el ego que os crecía de poder hacerme llorar. Hasta que crecí y decidí darme una oportunidad a mi misma. Sois de boca grande y palabras pequeñas. Ladráis a lo desconocido y os da miedo que algo haya cambiado. Que haya cambiado y qué donde tu llamabas yo estaba ahí.

Me costó años entenderlo y sobretodo llegar hasta aqu(t)í. Por eso no juzgues mis valores, no juzgues mi forma de hablar, ni mis gestos, mi mirada. Ni nada. No lo hagas porque no quiero hacerlo. Porque no tengo derecho y tu no deberías creer tenerlo. Vives con miedo. No tener miedo a la muerte es exactamente lo mismo que tenerlo a absolutamente todo. Libérate, de verdad, toma este consejo.

Tengo veintidós años y no he vivido nada. 

Soy una niñata, malcriada, egoísta, egocéntrica, petarda, presumida y sinvergüenza. Soy de barrio. Soy vegana, una tarada y actriz porno. Soy lesbiana. Feminazi hasta las trancas. Soy irrespetuosa, borde y prepotente. Inútil, frustrada y mal parada. Cobarde. Sabelotodo. Soy Nada. 

Y Nada tiene tiene el alma callada, porque todos saben lo que es nada. Nadie habla el lenguaje de Nada. Nada a veces cierra los ojos en lo que tararea una palabra mientras conduce. Luego piensa en tumbarse en la cama. O en el montón de tratamientos que viviría en la cama de un hospital sin libros. Porque sería de esperar que en susodicho accidente, no le ocurriese nada.

Pero que no hubiese en mí una sola huella de tu paso por mi vida, que nunca volvieses a pensar que alguien que viene de otro planeta- y tiene que adaptarse a vivir en este- podría amarte en su idioma. Que no te quedase ni la más mínima duda de que sin mí serías feliz en aquel rebaño en el que confundías ovejas negras con sucias. Gente destacando entre la mediocridad con gente extraordinaria. Moscas entre la mierda con mariposas.

Que no te quedase ninguna duda de tu ignorancia. Que murieses cálido y abandonado en una residencia con vistas al mar, con la certeza de no haber vivido ni más ni menos que cualquiera de las réplicas geriátricas que te acompañan.

Que te murieses como los que eligen vivir siempre rodeados: Solo. Que de mi a partir de ahora sólo era digna de morir yo.

Por la noche no supe distinguir el sueño del dolor, pero no hice ningún esfuerzo por mantenerme despierta. De haber despertado sin vida esta mañana seguro que todos se habrían dado cuenta menos yo. 

Por que soy Nada. Nada de lo que conoces. Pero soy lo que hablan.



lunes

B

Hace mucho que no me pasaba. Cenicienta tenía veinte minutos antes de volver a la realidad. Su casa estaba a diez minutos. Decidió bailar, bailar lento a la luz de las farolas. No importaba quién la viera. Affair de Hurts le acompañaba, al igual que su letra, que describía el ritmo de su corazón. Bailaba. Y alguna lágrima empapo su rostro. Como decía la letra. Podía arreglarlo, pero su corazón no podía soportarlo más. Y bailaba. Y se sentó en la cama. Algunos afirman que ahí se quedo, con la mirada perdida. Soñando con eso en lo que siempre creía: amor.

domingo

La playa

- Si hubiese sabido que existo dentro de ti, me hubiese quedado.

-Si hubiese sabido que existías dentro de mí, te hubiese empujado yo mismo a que te fueras.

-¿Cómo? Mira... Te he visto gobernar imperios, partirte la cara con la vida ¿Sabes lo que te pasa?

-Cállate...

-No, cállate tú. ¿Sabes lo que te pasa? Te pasa que si oyes en alto lo que sientes, te asusta. Te pasa que te asusto. En fin, te paso. Y te estoy pasando ahora. Por mucho que intentes sacarme de quicio, ponerme celosa o jugar a ser el malo del bar. No lo eres... Y cuando sales a la calle a fumar, cuando ponen esa canción y te rompes las tapas de las botas. Cuando te despiertas por la mañana y te acercas porque tienes frío, pero si te tapo te alejas... Cuando pasa todo eso, ya no hay forma de que cierre la boca.

Pero tú mientras tanto pones encima de la mesa todo el cinismo que te cabe dentro y escupes teorías sobre la independencia que no te crees ni tú.

Por eso me voy. Porque ya no sé si eres el valiente que lleva toda la vida haciéndome reír o el lobo asustado que no sabe admitir que quiere que me quede.

-No quiero que te quedes

-Vale...

-No, joder, escucha... No quiero que te quedes, quiero que te vayas.

Quiero echarte de menos, quiero echarte de menos tanto que no sienta las manos del miedo... Tanto que tenga que conspirar contra mis propias teorías y cantar a gritos corriendo por casa para no seguir escuchándote aquí dentro...

-Sabes que nunca he compartido tus maneras, pero no cambiaría un ápice tu forma de retorcer las emociones, la vida...

-En la playa

-¿Qué?

-Que si mañana no niego haber tenido esta conversación; nos casaremos en la playa.

sábado

715

Siempre existirán
esas personas a las que nada parece importales,
a las que por más que pase el tiempo
seguirán sin volver.

Y sí,
no van a volver
porque realmente no harán eso por ellos mismos.

Pero, déjame decirte,
que son esas mismas personas
las que andan mirándote de reojo,
las que estudian en la sombra,
cada paso que das.

Las que leen cada día vuestros mensajes,
las que lloran con vuestras canciones,
y las que sueñan con vuestras fotografías.

Y es así.
cuando te das cuenta 
de que esas personas no van a volver
por no saber cómo sacarte de la cabeza,
por no querer hacerte daño
o, simplemente, por no saber quererte.




Te llamé 
por última vez
para saber
si cogerías 
ese vuelo
con mi mismo destino.

No obtuve
ni una sola
de tus respuestas.

Y así, 
sin decirme nada,
lo dijiste todo

miércoles

Heroina

Me siento heroina. Fabrica de sonrisas, caricias y esperanzas. Me siento imparable, capaz de proponerme lo que sea. De salvar vidas, aliviar almas. Transmitir tranquilidad a través de un abrazo.

Pero soy heroica a tiempo parcial. Soy amiga, soy hija. Soy enfermera. Justiciera desde los siete años, incomprendida. Pero mi forma de querer, aunque rara, es sincera.

Me siento heroina. A tiempo parcial. Porque no puedo salvarte, no te dejas. No te dejas querer, ni siquiera comprender. Y a veces uno pierde sus superpoderes y luchar, deja de ser una prioridad para ser una oportunidad. Me gustaría ser tu heroina, tu droga. Pero nunca lo entenderás. 

martes

Los valientes

La vida pertenece a los valientes. A los que se tiran al vacío, los que sonríen todos los días, a todas horas. Es para los que rompen con la rutina y se acuestan sabiendo algo nuevo. La vida es para aquellos que quieren aprender y darse a conocer, crecer. Es para volar, soñar. Para cogerte de la mano y volver a respirar. Son las oportunidades, los regalos que te brinda la vida. La vida es para aquellos que se sienten animales en un mundo que se mueve por dinero. Ponen sus valores frente a los acuerdos. Sueñan, luchan.

Y yo, que me considero valiente, voy a pelear. Porque he cogido la mala costumbre de bailar aún si llueve, sonreír al ver a los pájaros volar, o aprender a hacerlo, y acariciar a todos los perros. Nunca es tarde, pero estoy empezando a amar. Porque ningún cariño fue en vano.

lunes

Better love

Y me está matando, cuando estoy en tus brazos olvido los días oscuros. Y me están inquietando estos pies míos porque no me dejarán irme. No me preguntes como pero siempre pensé que podríamos tener un mejor amor. Cuando me dejas caer, olvido que todo lo que quiero es un mejor amor.

domingo

Guilt

Cuando me vaya, serás alguien nuevo. Verás las estrellas brillar, no sentirás el dolor que te causé. Porqué algún día tendré que afrontarlo, algún día estarás mejor sin mi, así que déjame ir. No cargaré con esta culpa, no más. Cuando me vaya, encontrarás a alguien nuevo, y no te mentirá o torturará. Y no llorarás por todo lo que has perdido. Y algún día, cuando despiertes feliz agradecerás a Dios que me haya ido, así que se fuerte. Yo saldré de tu camino, y me iré. Pero no voy a cargar más con la culpa.

-Hurts

sábado

M

Morfeo me regalo un sueño. Donde tú excavabas excusas y yo construía los cimientos. Había una niña, con tu nariz, que gritaba tu nombre, tú la abrazabas más que a mí. Era bonito verte compartir tu humanidad. En mi sueño contabas cuentos hasta que me hacías dormir, y acariciabas mi espalda a la espera de que suspirase. Por ti. Tu sonreías. Yo despertaba. Jamás he tenido la necesidad de llamarte por tu nombre, menos de ponerte en evidencia. Quien me conoce sabrá que me gusta la sangre y más si sabe a ti. A los besos que me dabas. Al martirio de no saber. No sabría decir cuando fue la primera y la última vez que viví en la incertidumbre. Me sobran las palabras, las vomito, las repito y tú te reirás de mi. Pero lo siento por aquella persona que entristezca tu perfil.

viernes

Excusas

Lo que intento decirte es que esto me matará. No sé si dentro de diez,veinte, cinco años o cuatro meses; pero sé que lo va a hacer. Y hace tiempo en mi vida que todo está de paso y que así tiene que ser. Porque una se siente muy sola cuando lloran con ella. Por qué nadie debería asistir a los funerales. Porque nadie se merece asistir a un funeral salvo el que lo celebra.

Hay que ser muy hijo de puta para enamorarse de la tristeza de alguien.

Si te quisera ahora, dime, donde quedaría mi libertad de cambiar de opinión. Mi libertad presa. Mi libertad de cambiar de opinión presa del sufrimiento tuyo. Aquella única cosa que me llevaría a una isla desierta: un billete de vuelta. La libertad de poder volver. El triunfo de retroceder frente al de avanzar. Si no te quisiera ahora, dime, si me hubiese perdonado quererte antes. Al principio de este intento de poema.

Quien te hace doler recuerda antiguos homenajes. No obstante, lloras funestamente y evocas tu locura y hasta quisieras extraerla de ti como si fuese una piedra, a ella, tú solo privilegio.

Poder no es querer tu cabeza cortada en mi mano, es ciento volando.

No edificaré tus muros, no arrancaré tu deseo de abandonarme, tú necesidad corrosiva de hacerme una pequeña parte del daño.

Puedo escribir del dolor que siento, pero jamás de quién me lo provoca. Alguien que me provoque un dolor como para escribirlo: no merece ni una sola de mis palabras. 

Cuantas veces tengo que decirte que no te lo puedo decir.

Creo que me siento como si llevase años pelando un mandarina y hubiese dentro un guisante.

Tengo una herida abierta en la mano y tú no dejas de culparme de los rastros de sangre. Esta es la metáfora más bonita que se me ha ocurrido para hablarte de dolor. Y es horrible. 

Quiero protegerme con toda la fuerza de mis reencarnaciones y quiero hacerme el amor como solo yo podría hacérmelo. 


Propio.

Éxtasis

Las historias no terminan siempre como es de esperar. Puedes tener todas las cartas adecuadas que hasta el último momento, todo puede cambiar. Y creo que eso es lo bonito. Lo que más asusta.  Me han dicho que somos unos egoístas. Ya lo creo que lo somos. No por ello somos malas personas. 

Me he sentido heorína. Salvadora y éxtasis. Me he sentido pobre. Pero me he puesto ha contar. Han sido 23 abrazos los que hoy he recibido. Sumados a 46 besos y alguno de más. Más las palabras. Dices que somos unos egoístas y unos desagradecidos. ¿Seguro?

miércoles

Eres Grecia

Si quieres que te sea sincera, a Grecia y a ti no os separa ni un charco. Por decir, podría decir que sois la misma persona, salvo que ella es una mujer. Salvaje y libre. Eres esa persona que recordará, y te recordarán. Pero nunca nada es seguro

Entre saturados y suturados hay una letra, pero mi herida está abierta. Porque metes el dedo en tus ojos y acabas hurgando en mí. Pero no puedes más con mis no puedo, pero no puedo más con tus no puedo más.

Me enseñas el orificio de la flecha que salió inocente por mi boca.
Dictas que eso no se hace.
Gritas porque no.
Explicas nada.
Me castigas.
Yo
hablo cara a la pared como si hablasen.

La última vez que te vi no eras así.
cuánto has crecido
ya no te entiendo.

martes

El cactus

La culpa es del cactus. Una misión suicida que nunca estuvo ahí. Que cuando estuvo era inevitable y cuando desapareció, todo era posible. Lloré. Porque el cactus fue la clave para lanzarme. Vi pasar mi niñez en tres estaciones y me acordé de tu nombre. Que tú, errante constante como el número e jamás perderás la batalla. Porque más vale morir valiente que perder cobarde. Pero ni valiente, ni ganador. Me perdiste y yo me perdí. Y ahora le echo la culpa al cactus. Si la vida fuese sencilla no habría más vida. Y si eso es vida, déjame la daga que que empuña tu corazón que yo me bajo aquí. 

Fue un invierno largo, intensivo y falto de cariño como tu niñez. Todo al revés. Como el que enciende el cigarro antes de aspirar. Fuiste para mí lo primero, en cambio era para ti un sexteto de cuerdas desafinadas y muchos llantos en la madrugada. De esta obra mía tan malinterpretada.

Tienes un abrazo 
Que no abraza nada 


Si miraras menos al espejo  cuando estás hablando con alguien delante quizás entenderías más de lo que te da la gana. Si no fuera errante toda esa belleza que no es nada más que un vendaval que ya se aleja podríamos tejernos un disfraz. Como dos gatos, sobre el tejado que juegan a estar enamorados.

Dijo Andrés Suárez, "No te arrepientas de tu maldad Que es inconsciente como el agua del mar. Como sal que se vierte en la herida al curar. Como locos que quieren no quererse ya más. "

Es ridiculo. La culpa fue del cactus. No mía ni de nadie más.

domingo

10515

"You didn't love him! You just didn't want to be alone. Or maybe, maybe he was good for your ego. Or, or maybe he made you feel better about your miserable life, but you didn't love him, because you don't destroy the person that you love."

-G.A. (Recuerdo del 2015)