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lunes

Adictos

Estoy muy familiarizada con los adictos. Desde los trece he visto como las personas más cercanas de mi día a día se han ido intoxicando. La mayoría de ellos no han parado. Alguno lo perdí por el camino. Incluso mi mejor amiga estuvo en ello. Sobrevivimos, siempre lo hacemos. Lo malo de ser adicto es que sabes que está mal, pero no quieres parar. Por poder puedes. Si te lo propones. Todos somos adictos a algo. Al humo, al sexo, las drogas. La música. Lo desconocido. Hasta tal punto que se te eriza la piel, incluso tienes la sensación de que en ese preciso momento podrías tener un orgasmo. Pero es otro tipo de placer. Los adictos son fácil de reconocer. Van detrás de ello como si fuera su último respirar. Las pupilas se dilatan, sabes que un bocadito no te hace mal. Pero está mal, tienes esa lucha interna entre la conciencia y la humildad. Los adictos pueden pero no quieren. A veces lo intentan pero ¿qué pasa después? ¿Vale la pena?


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