
Y me he acostumbrado a la sensación de sentirme vacía, que nadie me entienda, que sea ridículo hablar de amor. Sigo buscando un sentido a mis días, un porqué decidí quedarme donde estoy. En un punto de inflexión donde nada en mi interior va bien. Momentos de incertidumbre, ataques de pánico en las noches, con miedo de cerrar los ojos y no poder ver. Veo rostros de conocidos y no hacen más que volverme loca. No sé de que hablar ni a quién escuchar, no sé que sentir ni hacia quien. Se vuelve oscuro todo esto por cada segundo que pasa. Y sé que estarás bien, que yo estaré bien, que sentiré, reviviré. Pero no puedo evitar sentirme muerta por dentro. Como si me hubiese pisado un invierno demasiado largo. Como si el frío no tuviera intención de marchar. Ya ni siquiera existen para mí los veranos, no desde que te ví. Creo que eres más feliz
No hay comentarios:
Publicar un comentario