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viernes

¿Y ahora?

No podemos esperar a que las personas se vayan sin ninguna razón. Podríamos empeñarnos en pasar la vida buscando esos porqués pero es mejor olvidar los malos momentos pero ante todo, aceptar que quizás no vuelvan más. Tengo un único sueño y es volver a verte feliz, sonreír, es tan bello. Una vez te dije “hace mucho que no sonríes” y tú, me enseñaste una foto con la sonrisa más ancha que podrías haber creado y lo hiciste, fuiste feliz ¿y ahora? ¿Lo eres? Porque yo no. Tengo ilusiones, tengo ganas de algo parecido a lo que podría conseguir en ti. En una calle de Lublin dejé tantas cosas, ahora lo pienso y eran sueños, fantasías que afirmé reales pero que no están aquí. Dejé la confianza, las ganas de amar, un reloj que siempre iba hacia a atrás, tres o cuatro abrazos y algunas sonrisas. Olvidé una nostalgia inmortal en aquel viejo piso con vistas a la ciudad, dos pares de sueños en el ropero y el olor de la esperanza entre las sábanas. Y yo te digo, querido alguien, si algún día ocupas tú ese inolvidable apartamento puede que no sea aún tarde para acercarte, lo dejé en un papel, para informarte y recordarte que sigo viviendo en el mismo piso marcado por la letra “B”. Quizás sea yo misma quién lo haga dentro de un año o dos pero me derrumbaré, lo sé, no seré fuerte para entregarte todas esas cosas, cariño, sería imposible para mí. Patalearía de rabia viendo como dejé lo que un día fui entre la vajilla de porcelana, las plantas aún así parecerían regadas, quizás por mi llanto o porque poseen la inmortalidad. Solo quedará esa pequeña habitación con tu foto de seis años, con ese pelo tan largo y un vestido blanco, sin ningunos ojos para verla ni ninguna sonrisa que quiera recordarte. Ahora lo harás tú, verás esas fotos y libros que un día fueron tratadas con todo su cariño, saborearás las miles de botellas de licores y whiskys que enviabas cada Navidad y seguirás oliendo a pan recién hecho en aquel horno de gas. Abrirás el buzón donde llegan miles de cartas que nunca nadie responderá. ¿Cómo es posible? Allí se quedó, eso que nunca aprecie, ahora lo tengo aquí, eso que tanto quise. Estoy dispuesta a renunciar, quiero que le den una oportunidad a esta perra vieja que vaga sin su dueño.

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