Quiero un amigo, guapo, alto, delgado, honesto, sincero, que pueda adorarle en silencio. Una persona a la que no tenga ningún miedo, que pueda sentirme capaz de compartir con el cualquier sentimientos pero recalco, quiero que sea un amigo. Con el que pueda fumar cigarrillos y tomar café a las tantas de la madrugada viendo una película en su casa, abrazados bajo la manta, que me bese la frente y ese sea nuestro mayor contacto. Que me cuente sus amores y planes y sepa que no le defraudaré en ningún momento. Quiero un amigo con el que correr a lo loco a través del retiro, pararnos por las calles de Madrid a repartir dinero a aquellos que lo andan pidiendo y sentirnos bien, meternos en fuentes en pleno invierno y al que fotografiar cada segundo. Sentirme la reina y él el rey de mi mundo. Entendernos y que nadie nos entienda, sería lo justo. Me he dado cuenta de que no quiero amores en mi vida, no quiero besos en la boca ni esas cosas porque las caricias me las puede dar cualquiera, quiero eso, un amigo, fiel y que sea eso, mi héroe y yo, su heroína.
Y yo creía en heroínas de fondo amargo que regresaban todos los días
No hay comentarios:
Publicar un comentario